¿Karina Jelinek podría quedarse en la calle?

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La modelo está en plena disputa por el departamento que todavía comparte con su todavía marido.

Parece que sin importar cuánto repita que es la dueña legítima de su departamento, Karina Jelinek podría quedar en la calle si avanza la investigación que tiene como eje la declaración de su todavía marido, Leonardo Fariña, por un caso de supuesto lavado de dinero.

"El departamento no es de Fariña ni de Jelinek, está acreditado en la causa del doctor (juez federal, Sebastián) Casanello", señaló en declaraciones a Radio 10 Iván Mendoza, abogado del asesor financiero.

Fariña declaró el 10 de junio pasado ante Casanello, y en la causa consta que el departamento que aún comparte con Jelinek en Palermo sería un bien perteneciente a una sociedad formada por el asesor financiero.

La pareja implosionó hace unos días a raíz de las sucesivas pruebas de la infidelidad de Fariña, pero Jelinek no pierde la esperanza de mantener lo único bueno y duradero de su relación de dos años y medio: un departamento de 400 metros cuadrados ubicado en Avenida del Libertador y San Martín de Tours.

"Esta es mi casa y estuve siempre desde que comenzó toda esta historia", disparó Jelinek, quien confió en sus abogados para obtener un divorcio satisfactorio. Pero es sólo cuestión de tiempo para que la modelo no pueda ni siquiera conservar el palacio de su cuento de hadas.

Mendoza reconoció que existen deudas acumuladas por parte de la pareja en cuanto a pagos de expensas "en virtud de las pérdidas de chances laborales que le ocurrió a Fariña".

Esas "pérdidas de chances laborales" podrían afectar tanto al asesor financiero como a la modelo porque "van a iniciar acciones legales para desalojar a Leo y a todos los que estén viviendo en ese departamento", según reveló Mendoza.

Así, parece que ni siquiera el simbólico regalo del departamento le garantiza a Jelinek mantener su casa. "En nuestro sistema los bienes inmuebles tienen un régimen específico, solamente se lo puede hacer a través de la escritura pública. Si no lo escrituré a nombre tuyo, fue una promesa de enamorado", convino el abogado.

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