El brutal crimen de una nena como venganza contra un ex

Sociedad

Melani tenía 10 años. Su madre Daniela, 33. Ella había amenazado a su ex y padre de la nena: "si me dejás, mató a la nena". Lo peor es que la amenaza la terminó cumpliendo.

Según la reconstrucción judicial, la mujer consumó el crimen asfixiando a su hija con una almohada. Luego, se suicidó colgándose. Fue en Villa Zapiola, Moreno.

El asesinato estuvo cargado de un mensaje más. Lo cometió en la casa de su ex suegra para sumar otro "castigo" contra su ex pareja.

La madre homicida consumía antidepresivos.

El caso es espantoso por donde se lo mire.

No es la primera vez que se mata a un chico como parte de venganzas o represalias en el marco de conflictos de pareja.

En general, y de manera mayoritaria, este tipo de crímenes contra nenes como mensaje se dan cuando el victimario es hombre.

Hay infinidad de casos de lo que se llama "femicidios vinculados". Es decir de casos de hombres que matan a los hijos de sus parejas para causarles un daño extremo.

Uno de los más dramáticos y recordados por lo sanguinario fue el asesinato de Tomás Dameno Santillán en Lincoln. En ese caso, Adalberto Cuello mató al nene de diez años porque entendía que el menor era "un estorbo" en la relación que él pretendía tener con la madre del chico. Cuello terminó condenado a perpetua.

Otra vez, los chicos son moneda de cambio criminal de los litigios de adultos.

Para matar a un nene hay que pasar un umbral.

A estos homicidas, pasar ese umbral no les cuesta nada. Nada los reprime.

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