A un año de entregar a su hijo, el papá de Azcona afirma: "Aún no sé por qué la mató"

Sociedad

"Yo daría mi vida para volver esto atrás", repitió una y otra vez Roberto Azcona en diálogo con C5N. Describió cómo fue el momento en que su hijo le reconoció ser el autor del crimen de la estudiante chilena Nicole Sessarego y desestimó las últimas sospechas de los investigadores: "No es un sicario, nada que ver".

Roberto, el padre de Lucas Azcona, el joven acusado por el crimen de la estudiante chilena Nicole Sessarego, afirmó este sábado al ser entrevistado en C5N que desconoce los motivos que llevaron a su hijo a cometer el homicidio y aseguró: "No es un sicario, nada que ver".
"Yo daría mi vida para volver esto atrás. Hoy no tengo respuesta del porqué", afirmó Roberto y luego relató: "Me dijo que No recuerda bien, recuerda el pañuelo blanco y que se estaba limpiando".

En tanto, el abogado señaló: "Tiene alteraciones psiquiátricas muy importantes y que fueron acrecentándose con el tiempo".
padredeazcona.avi
Cuando todo parecía cerrado, la causa por el crimen de Nicole dio días atrás un giro de 180 grados. Y es que los camaristas decidieron hacer lugar a un requerimiento de los abogados de la querella, Julio Cisterna y Patricia Anzoátegui, quienes plantearon la sospecha de que el único acusado del asesinato habría matado por orden del novio de la chica. Esta hipótesis hasta ahora no había sido tenida en cuenta en el expediente.
En tal sentido, los letrados reiteraron su reclamo a la Justicia para que se realice un entrecruzamiento entre los teléfonos y computadoras de Azcona (24) y de Canberk Teber (32) -quien estuvo detenido por el caso pero fue liberado-, con el fin de establecer si tenían alguna vinculación y si el último pudo haberle encargado el crimen al ahora procesado.

Nicole Cesareo estudiante chilena
"De los estudios psicológicos realizados a Azcona surgió que tenía un perfil de sicario. Por eso pedimos, antes de llegar al juicio oral, que se descarte una posible vinculación entre éste y Teber... a ver si no tenemos a otro psicópata suelto", dijo a Télam el abogado Cisterna.

En su fallo, los camaristas Ricardo Pinto y Mirta López González admitieron el planteo de la familia de la víctima y revocaron el sobreseimiento de Teber dispuesto en primera instancia por el juez de Instrucción porteño Luis Zelaya, al tiempo que ordenaron que se lleven a cabo los peritajes requeridos.

Los magistrados entendieron "fundamental el análisis pericial de la información a efectos de determinar si le correspondía a Teber algún tipo de participación distinta a la que en su momento se le atribuyó a Azcona" y consideraron necesario "realizar el análisis de la información extraída de los elementos que oportunamente se le secuestraran al nombrado".

En esa línea de trabajo, la Cámara tuvo en cuenta que "tampoco se había realizado un análisis exhaustivo de los contactos y mensajes de las redes sociales pertenecientes a la víctima, lo que impedía nuevamente establecer un vínculo entre Azcona y ésta y/o Teber".

"Desde hace tiempo veníamos requiriéndole a (el juez) Zelaya dos cosas: primero, que no sobreseyera al turco porque era prematuro, ya que había elementos que lo vinculaban sentimentalmente a Nicole y además ella le había comentado a sus amigos que era violento, celoso y la hostigaba. Por eso, de hecho, fue el primer imputado", explicó el querellante.

"Además -continuó Cisterna- pedimos al juez que no lo sobreseyera porque, más allá de que sabemos que la autoría del crimen es de Azcona, éste tiene todo el perfil de ser un sicario y nosotros consideramos que hay que descartar que no se conocieran".

"Pudieron ser dos partícipes, uno material y otro intelectual", agregó el querellante, quien por eso considera "prematuro" el sobreseimiento de Teber y "necesario" analizar elementos tecnológicos y movimientos en las redes sociales con el fin de ratificar o descartar una vinculación.

El requerimiento de esos peritajes por parte de la querella también fue ahora ordenado por la Cámara al juez Zelaya y, según Cisterna, será también relevante para establecer si pudo existir un conocimiento previo entre Azcona y Nicole, aunque sea a través de redes sociales, lo que agravaría la situación del acusado con la figura del femicidio.

Sessarego Borquez (21) fue hallada asesinada a las 7 del 15 de julio por un chico que salía rumbo a la escuela
y encontró su cadáver tendido en el hall principal del edificio de Don Bosco 4109, de Almagro.

La joven, que había llegado al paí­s desde la ciudad chilena de Valparaíso como parte de un programa de intercambio para estudiar Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires (UBA), tenía las llaves de la puerta en la mano cuando fue hallada asesinada de 11 puñaladas.

Durante la investigación fueron demorados varios sospechosos y sometidos a estudios de ADN que dieron negativo, entre ellos Teber.

Finalmente, mediante el análisis de las cámaras de seguridad de la zona los pesquisas pudieron identificar a un sospechoso del crimen y, al ser difundidas las imágenes en televisión, fue el propio padre de Azcona quien lo reconoció y lo confirmó ante la Justicia.

El joven fue sometido a estudios de ADN que lo vincularon al crimen y quedó procesado como autor de "homicidio agravado por haber sido cometido en razón de odio de género", que tiene una pena de prisión perpetua.

Para la fiscal de la causa, Ana Yacobucci, "Azcona siguió a la joven desde la estación Castro Barros de la lí­nea A de subterráneos, hasta el ingreso del edificio, donde la apuñaló 11 veces, para luego darse a la fuga".

En su requerimiento de elevación a juicio, la fiscal remarcó que "las cámaras de seguridad de la zona registraron cuando el imputado merodeaba las inmediaciones de la estación del subte y parte del seguimiento que realizó a Sessarego Borquez" .

Las grabaciones también muestran a Azcona huyendo herido del lugar del crimen, en el momento en que se va limpiando sus manos con una prenda blanca.

A esa evidencia se sumaron las declaraciones de cuatro chicas que se presentaron ante la Justicia y declararon haber sido ví­ctimas de persecuciones, abusos y ataques con armas blancas por parte de ese sospechoso.

A partir de ese momento, la investigación se centró en probar que efectivamente Azcona era el homicida, lo que se robusteció al hallarse coincidencia entre su ADN y el encontrado en una mancha de sangre detectada en una de las paredes exteriores del edificio donde vivía la joven.

Para pedir que el homicidio sea agravado por "odio de género", Yacobucci tuvo en cuenta testimonios que surgieron durante la investigación sobre el comportamiento del imputado el día del hecho y el de las otras chicas que fueron agredidas por él, al tiempo que valoró dictámenes periciales psicológicos y psiquiátricos que resaltaron la misoginia del imputado.

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