Escándalo en la FIFA: Figueredo entrega inmuebles pero no logra prisión domiciliaria en Uruguay

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El ex vicepresidente del organismo internacional llegó a un acuerdo con la justicia charrúa pero no consiguió que le otorgara la prisión domiciliaria.

El exvicepresidente de la FIFA y expresidente de Conmebol Eugenio Figueredo, logró un acuerdo con la justicia uruguaya para entregar valiosos inmuebles a su nombre y lograr así beneficios, pero no consiguió que le otorgaran la prisión domiciliaria, informaron el sábado medios de prensa locales.

Figueredo, quien ocupó la vicepresidencia de FIFA entre 2014 y 2015 y fue titular de la Conmebol entre 1993 y 2013, firmó el viernes un acuerdo con el fiscal encargado de investigar la rama uruguaya del escándalo FIFAgate por el cual se comprometió a colaborar y a entregar 13 propiedades con un valor superior a 10 millones de dólares.

Según se indicó, además de la entrega de esas propiedades en Montevideo y la ciudad turística de Punta del Este, Figueredo accedió a facilitar al fiscal de Crimen Organizado Juan Gómez información sobre cuentas bancarias personales, participación en sociedades anónimas y datos sobre maniobras delictivas que tuvieron lugar durante su desempeño como dirigente de FIFA y la Conmebol.

El fiscal Juan Gómez declaró al diario local El País que en el acuerdo Figueredo aceptó efectuar "el aporte de datos que puedan revelar más hechos delictivos o que puedan ayudar a la justicia uruguaya a determinar si hay más culpables por el mismo caso".

La intención de Figueredo básicamente es lograr la reducción de sus penas -por ley podría lograr ubicarlas en la mitad de lo que se determine- y la prisión domiciliaria.

El alto dirigente del fútbol charrúa, de 83 años, había vuelto a Uruguay el pasado 24 de diciembre cuando fue extraditado desde Suiza, donde resultó arrestado en una redada de la policía local junto a otros cuatro dirigentes sudamericanos a pedido de la justicia estadounidense, en el marco de una investigación por lavado de dinero, sobornos y diversos ilícitos en el balompié internacional.

Al regreso a su país Figueredo fue enviado a la Cárcel Central de Montevideo tras ser procesado con prisión por estafa y lavado de activos. Desde entonces su defensa ha intentado sin éxito que se le conceda la prisión en domicilio alegando su elevada edad y estado de salud endeble.

En su auto de procesamiento se había señalado que Figueredo recibía 50.000 dólares al mes por "pagos indebidos" provenientes de empresas que comercializaban derechos de televisación de torneos de fútbol local y regional.

Con el dinero irregular que obtenía, Figueredo -presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) entre 1997 y 2006- hacía inversiones en el mercado inmobiliario local.

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