El perro más triste del mundo: llora sobre su manta tras ser abandonado una vez más
King pasó por varios hogares pero todavía no dio con una familia para toda la vida, a pesar de que su cuidadora dice que es "un animal excepcional".
El perro terminó atado en la puerta del refugio de animales, hasta que una pareja se lo llevó. Pero su felicidad no duró mucho porque en su barrio no está permitido tener perros de su raza, que es una mezcla de pitbull terrier.
Después de dos meses de estar en una guardería canina, King recaló en la casa de Griner, quien le encontró una dueña definitiva. Pero eso tampoco resultó: un año después de la adopción, la mujer devolvió al perro.
La última familia de Griner lo tuvo durante apenas unos meses y luego regresó a Griner, quien no pierde la esperanza de dar con una familia que sí lo quiera para siempre.
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