Vilma Vilte, la salteña que tiene el mejor trabajo del mundo
Una mujer salteña tiene el mejor trabajo del mundo, o por lo menos el que muchos desearían tener: es jueza sensorial de una cervera, una sommelier de cerveza.
Ella habla de cocina, fermentación, levaduras, mosto y materias primas de una manera contundente. Sin embargo, se detiene a explicar que es la "dueña de las temperaturas". Allí es donde Vilma define, controla y verifica de manera exhaustiva. Sus ojos deben ver desde cocinar la cebada a alta temperatura hasta el frío del filtrado. Entonces es cuando la prueba. La mira, la toma, la disfruta y la tira por una canaleta.
Instruye: "A la hora de servirse una cerveza, lo primero que uno debe mirar es el color y la espuma. Nosotros vendemos una cerveza cristalina que se caracteriza por un color dorado pálido y una espuma persistente. Por eso es que nosotros hacemos regularmente el control y ya tenemos un conjunto de descriptores, buscamos los atributos y los aromas particulares, como así también buscamos los defectos", dijo.
Hoy ya con 39 años y sus casi 14 años de experiencia, es una palabra reconocida en el mundo de las cervezas. Al caminar por la fábrica, solo le basta con mirar los filtros para saber que todo funciona correctamente.
"Para ser juez sensorial no alcanza solo con tener buen paladar u olfato, sino que es necesario entrenar los sentidos en los distintos tipos de sabores y aromas existentes para luego poder identificarlos en un productor", concluyó.
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