Ovnis, muerte, Jorge Antonio y los misterios del Cerro Uritorco

*Los supuestos avistajes de Ovnis y la ciudad que existiría en las entrañas del Cerro son parte de la leyenda conocida.
*Pero el extraño cerro sirve como escenario de otro tipo de historias ocultas hasta hoy. Aquí el adelanto de una que habla de crimen, misterio y poder.

La muerte del empresario Jorge Antonio -Jorge Antún Squen, su nombre real-, amigo y consejero del ex Presidente Juan Domingo Perón, sucedida hace unos días, dejó una considerable cantidad de secretos sin revelar y un misterio que seguramente con el tiempo dará lugar a otra serie de indescifrables de mitos y leyendas populares: El misterio del Cerro Uritorco.



A 110 kilómetros de la ciudad de Córdoba se encuentra una villa serrana. Capilla del Monte, que alguna vez fue la tierra de los indios barbados conocidos como los Comechingones.


 


El empresario Jorge Antonio se llevó a la tumba el misterio del Cerro Uritorco.    

A principios del siglo XX la farándula argentina y artistas famosos de la época habían elegido Capilla del Monte como el refugio de moda para sus vacaciones. El esplendor del lugar duró unas cuantas temporadas hasta que los artistas, ávidos de encontrar nuevos paisajes en una Argentina que estaba en etapa de explotación turística, se desviaron hacia otras latitudes en busca de las emociones que proporciona toda temporada estival. Capilla del Monte, sin embargo, recuperó con el tiempo otro atractivo que aún no decayó y difícilmente decaiga aún con el correr del tiempo.



Guillermo Alfredo Terrera fue un humilde profesor cordobés que alguna vez imprimió unos cuadernillos en los cuales se refería a un antiguo ceremonial de los indios Comechingones a los pies del Cerro Uritorco, al que llamaba “el Valle de los Espíritus”.


 


Aún cuando no hay una fecha cierta en cuanto a los comienzos de una leyenda, decía Terrera en sus escritos y luego vulgarizaron otros exploradores, que en el Uritorco se erigía “la ciudad intreterrena de Erks”. Supuestamente, una ciudad dentro de las cavidades del enorme cerro. En otras latitudes del mundo también se hacía referencia a la existencia de estos fenómenos sobrenaturales.


 


El profesor cordobés Guillermo Terrera planteó la existencia de una ciudad dentro del Cerro y los supuestos avistajes de Ovnis alimentaron el mito del lugar.    

El 9 de enero de 1986 en los cerros de Pajarillos (lugar aledaño en Capilla del Monte), una mancha quemó la tierra en forma circular, fenómeno que llevó a las autoridades del lugar a presentar el escenario como el de posible avistajes de Ovnis.



En esa época comenzaron las peregrinaciones de quienes se decían devotos de una fraternidad cósmica e iban al encuentro de sus hermanos superiores, quienes supuestamente eran los habitantes de esa ciudad intraterrena y los viajeros de las naves voladoras no identificadas.



Pero quien fue el primer explorador místico del Uritorco se llamó Angel Cristo Acoglanis, un médico nacido en Grecia en 1925 y llegado a la Argentina en 1950. Radicado en principio en la ciudad de Rosario, Acoglanis decía haber cursado en los Montes del Tibet las técnicas antiquísimas de imposición de manos para curar a los enfermos. Las mismas que utilizaba Cristo, según referencias bíblicas.



Acoglanis fue el primero en viajar a las sierras del pajarillo y en el Valle de los Espíritus organizaba como un sacerdote ceremonias nocturnas las noches de plenilunio. Utilizaba para cantar salmos e himnos espirituales el idioma sánscrito, la que se conoce como la madre de todas las lenguas y principalmente el lenguaje utilizado para las escrituras más sagradas del mundo Oriental (entre ellos el Bhagavad Gita o Canto del Bienaventurado, que en la Argentina se puede conseguir con traducción al inglés-español realizada por el Mahatma Ghandi).


 


El médico Ángel Cristo Acoglanis, quien organizaba ceremonias nocturnas en el Cerro en las que oficiaba de sacerdote, fue asesinado por su amigo y mecenas: Rubén Antonio.    

Acoglanis tuvo como socio, amigo y mecenas en estas travesías místicas a Rubén Antonio, hermano de Jorge Antonio, quien lo acompañó muchos años hasta que el 19 de abril de 1989 sucedió lo imprevisto. Un crimen extraño, anormal, cuyas motivaciones quizás conoció sólo Jorge Antonio y a las cuales jamás quiso referirse. Su hermano Rubén asesinó al médico Acoglanis y la historia y leyenda del Uritorco se tiñó de sangre y dudas.


Mañana veremos por qué.

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