La chica que estuvo cautiva se recupera y ya pesa 30 kilos
Se trata de la joven que estuvo encerrada por una pareja que la sometió a una situación de esclavitud durante 9 años. "Psicológicamente está bastante entera", informaron.
"La niña estuvo siempre acompañada por profesionales de la Secretaría de Niñez, porque se le retiró a sus captores la guarda otorgada por un juzgado de familia provincial en 2001", indicó.Gastelú contó que "al día de hoy la chica ya lleva más de tres meses en una institución especializada de Quilmes dónde está internada otra de sus hermanitas que sufre una discapacidad.
Ella tiene un retraso producto de los años que vivió en esas condiciones pero es reversible con rehabilitación".
En ese sentido, el funcionario señaló que "ya pesa más de 30 kilos, psicológicamente está bastante entera, habla muy limitadamente pero se maneja y de a poco se acostumbra a interactuar con otras personas".
"Hoy está acompañada de un grupo de docentes con los que aprende todo, desde comer sentada en una mesa hasta como relacionarse con sus hermanas, porque a partir de ahora su hermana mayor seguramente será su referencia", añadió.
La pareja que se encuentra detenida tenía la "guarda provisoria" de la niña desde 2001 cuando la madre biológica de la pequeña y de otros siete hijos la entregó ante la imposibilidad de mantenerla por su situación de extrema pobreza.
Ayer la jueza de instrucción María Gabriela Lanz rechazó un pedido de excarcelación de la pareja que sometió durante 9 años a esclavitud a la niña.
Durante los primeros años en que la niña estuvo en "guarda" hubo contacto entre la familia biológica y los detenidos; pero esa relación se interrumpió en 2005 y nadie efectuó ningún reclamo hasta que una hermana biológica cumplió 18 años y comenzó a buscarla.
Al ubicar el domicilio en el que suponía estaba su hermana alertó a la justicia sobre "una situación irregular" que aún desconocía y que originó la intervención policial y el allanamiento que puso al descubierto la macabra historia.
Fuentes judiciales revelaron que la pequeña declaró con el sistema de Cámara Gesell y narró que, entre otras humillaciones y tormentos a que era sometida, los imputados la golpeaban "con cinturones" cuando ingería "las sobras" que dejaba el mono en el comedero que tenía en el garage, del cual la niña sólo salió dos veces en los últimos años.
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