Este torneo tuvo la característica de ser el último acontecimiento deportivo previo a la Segunda Guerra Mundial. Durante la realización de la Copa, muchos hechos presagiaron lo que viviría el mundo a partir del año siguiente.
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Jules Rimet, creador del certamen, realizó todos los intentos para que su país natal organizara lo que pensaba podría ser el último Mundial, desplazando a Argentina como país organizador.
La Selección azzurra venció 4-2 a Hungría en la final de Colombes y se coronó campeón del tercer Mundial de fútbol. Colaussi y Piola convirtieron los goles del ganador.