Ucrania aceptó la misión humanitaria de Rusia, EE.UU. y la Unión Europea

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La Cruz Roja encabezará los trabajos en una de las zonas de guerra. En un primer momento, Ucrania había rechazado la propuesta  porque temían que Moscú enviara tropas a las zonas controladas por los rebeldes.

El anuncio llegó horas después de que Rusia dijera que se disponía a enviar, con el consentimiento de Kiev, un convoy con ayuda humanitaria al este de Ucrania, donde separatistas pro rusos combaten al gobierno central de Kiev desde hace meses.

Las anteriores propuestas rusas de una misión humanitaria en Ucrania habían enfrentado gran oposición del gobierno ucraniano y de Occidente, quienes temían que pudiera tratarse de un pretexto de Moscú para enviar tropas a las zonas controladas por los rebeldes.

Ucrania, Estados Unidos y la UE acusan a Rusia de armar y financiar a los separatistas, una imputación rechazada por Moscú.

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko y su Cancillería se esforzaron en apresurarse a explicar que Kiev era quien estaba detrás de la organización de la iniciativa, y que Rusia era sólo uno de varios países involucrados.

Poroshenko dijo además que la misión, que se centrará en la provincia oriental de Lugansk, cuenta con el respaldo de su par estadounidense, Barack Obama.

"Además de los envíos suministrados por Ucrania, la misión tendrá un componente internacional, incluyendo ayuda provista al Comité Internacional de la Cruz Roja por Estados Unidos y la UE, así como también por Rusia", dijo la Cancillería ucraniana.

El Ministerio dijo que sólo los civiles serán beneficiarios de la iniciativa. "La ayuda humanitaria sólo será distribuida entre la población civil de la provincia de Lugansk, que desde hace largo tiempo ha estado sufriendo las acciones de bandas armadas ilegales", dijo la Cancillería en un comunicado citado por la cadena CNN.

En semanas recientes, el Ejército ucraniano ha estrechado el cerco en torno a los pocos bastiones remanentes de los separatistas en el este de Ucrania, incluyendo Donetsk, la mayor ciudad controlada por los insurgentes.

Cientos de miles de personas han huido de los combates, que comenzaron en abril y que ya dejaron más de 1.000 muertos. Entre las zonas donde el conflicto ha impactado más sobre los civiles se cuenta Lugansk, capital de la provincia homónima, que está bajo dominio de los separatistas y que, antes del conflicto, tenía 420.000 habitantes.

Autoridades de la ciudad dijeron hoy que los 250.000 residentes que permanecen allí están sin luz ni agua desde hace nueve días. La ciudad tampoco está recibiendo entregas de alimentos, medicamentos ni combustible, dijo el gobierno municipal. Poco después de que el Kremlin anunciara la misión, la oficina de Poroshenko informó que el presidente habló por teléfono con Obama, y luego de la conversación informó sobre la misión coordinada.

En Rusia, más temprano, el Kremlin dijo que Putin comunicó al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que Rusia enviaba una misión humanitaria a Ucrania en colaboración con la Cruz Roja.

Putin justificó su decisión por "las catastróficas consecuencias de la operación militar de las autoridades de Kiev en las regiones del sureste de Ucrania y la necesidad de un suministro urgente de ayuda humanitaria en la zona de conflicto".

Barroso le respondió con una clara advertencia contra "toda acción militar unilateral" bajo cualquier pretexto, incluido el humanitario".

El canciller ruso, Serguei Lavrov, dijo que Rusia había consensuado los detalles de la misión con el liderazgo ucraniano. "Espero que esta acción humanitaria se haga realidad muy pronto. (...) Espero que nuestros socios occidentales no nos pongan trabas", subrayó el jefe de la diplomacia rusa.

Poroshenko dijo que la misión internacional excluirá la presencia de un contingente militar y que los convoyes entrarán en territorio ucraniano a través de las secciones de la frontera controladas por Kiev, tras lo que serían escoltadas exclusivamente por fuerzas gubernamentales.

Barroso, que también habló con Poroshenko, afirmó que Bruselas está dispuesta a ofrecer a Ucrania 2,5 millones de euros en ayuda humanitaria y abogó por crear un mecanismo para coordinar esa asistencia y para organizar el traslado de los refugiados.

En el este de Ucrania son mayoría los rusoparlantes, y muchos de ellos recelan del gobierno central de Kiev, que llegó al poder luego del derrocamiento, en febrero, del ex presidente pro ruso Viktor Yanukovich.

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