Los "juegos de escape" llegaron a la Argentina y prometen ser furor: ¿de que se trata?
Los juegos de escape hicieron pie en Buenos Aires -en San Telmo y en Almagro- y el tiempo dirá si logran prender entre los argentinos, tal como ya lo hicieron alrededor del mundo. Se trata de una forma de entretenimiento que nació en Japón en 2007, inspirado en videojuegos y que rápidamente se volvió furor en Asia, Europa y Estados Unidos. El desafío consiste en que un grupo de personas logre salir de una habitación cerrada en determinado tiempo, descubriendo pistas y resolviendo enigmas.
Por Juegos Mentales, que arrancó este año, ya pasaron unos cien equipos, donde el promedio de edad de los participantes osciló entre los 27 y 28 años, en general grupos de amigos en busca de un entretenimiento alternativo a las clásicas salidas.
Cuenta Tchapovski que hasta ahora el récord lo lleva un grupo de ingenieros informáticos que resolvieron el enigma en sólo 25 minutos. "Parecían niños en un parque de diversiones -dice-. Cuando lo ganaron gritaban como si estuvieran en una cancha de fútbol."
De arriba siempre se los monitorea a través de cámaras y micrófonos: por si alguien se siente mal, por si los participantes infringen las reglas del juego, por si necesitan ayuda, o por si... empiezan a romper todo. "En la desesperación la gente rompe todo. En Rusia, por ejemplo, ha pasado que han jugado jueces y diputados y han terminado rompiendo cosas a las patadas", cuenta Tchapovski.
Hay infinidad de referencias culturales que remiten a la dinámica de estos juegos. Películas como The Game (la de David Fincher con Michael Douglas) o la más reciente saga de El Juego del Miedo, y videojuegos clásicos como el Maniac Mansion o el Alone in the dark, aventura gráfica donde sólo se puede avanzar pista por pista. Los videojuegos que inspiraron a estos juegos de rol, sin embargo, fueron puntualmente los de escape real online.
El creador del primer juego de escape real es un japonés, Takao Kato. Según cuenta él mismo en un artículo publicado en la web de su empresa Scrap, allá por 2007 andaba pensando en hacer algún tipo de evento nuevo, y la chica sentada a su lado le comentó que estaba enganchada con los juegos de escape online. Quiso entonces inventar uno real.
El primero fue en Kyoto, Japón. Publicaron un pequeño aviso en un diario y la convocatoria resultó tan exitosa que se vendieron enseguida todos los tickets. Eso sí: de los 150 participantes sólo seis lograron salir. "Este tipo de lugar crea una especie de energía que era necesaria, pero que nunca antes se había creado. Cuando nos enfrentamos con los límites del tiempo y los espacios confinados, la gente piensa fuera de la caja y realmente lo pasan bomba", dice Kato sobre su invento.
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