Un ruso sufre una enfermedad genética y quiere someterse a un trasplante de cabeza

Sociedad

Valeri Spiridónov puede mover todos sus miembros menos las manos y la cabeza debido a una grave enfermedad genética degenerativa. Tiene 30 años y trabaja como programador.

Tiene 30 años, fuma puros, le gusta viajar y ver la serie Game of Thrones (Juego de Tronos) porque dice que le da fuerzas para vivir. Se trata de Valeri Spiridónov, un ruso que está empeñado en someterse a un trasplante de cabeza sin precedentes.

En una entrevista que brindó a la agencia de noticias EFE en su casa de la ciudad de Vladímir (a 170 kilómetros de Moscú), el programador asegura que sus gustos y aficiones no distan demasiado de las de otros jóvenes de su edad.

"Me encanta fumar puros, pero no bebo alcohol porque quiero tener la mente despejada. Me gusta viajar y también los juegos de computadora, aunque intento jugar poco, solo para seguir los avances tecnológicos", afirma.

Aquejado de una atrofia muscular espinal (AME), una grave enfermedad genética degenerativa que le impide mover todos sus miembros excepto las manos y la cabeza, este ruso saltó a la fama cuando anunció hace un mes que será el primer humano en prestarse a una operación en la que su cabeza se trasplantaría a otro cuerpo.

El controvertido neurocirujano italiano Sergio Canevero, muy criticado por algunos compañeros de profesión, asegura haber desarrollado la técnica que permitiría unir la cabeza de Spiridónov con el cuerpo sano de un donante que haya sufrido muerte cerebral.

Canevero habría creado una sustancia llamada polietilenglicol, capaz de conectar la cabeza con las fibras nerviosas de la médula espinal de manera que el cerebro pueda transmitir órdenes al cuerpo y poner en movimiento sus órganos y extremidades.

Hace casi medio siglo, en 1970, un cirujano estadounidense ya logró unir la cabeza de un chimpancé al cuerpo de otro, pero no pudo conectar el cerebro con la espina dorsal y el primate murió a los nueve días.

Pero nada de eso merma la determinación de Valeri Spiridónov, que confía ciegamente en el médico italiano.

"Siempre he estudiado y leído. Y entre mis intereses siempre estuvieron las investigaciones científicas sobre la sustitución de todos los órganos vitales, porque creo que son las más útiles para mi caso", apunta este joven ruso que proyecta una gran capacidad intelectual, mucha autoestima y seguridad en sí mismo.

Preguntado por qué no se realizan nuevos experimentos con animales, responde que el doctor Canevero ya dirige unas investigaciones en China, "cuyos resultados serán presentados en la conferencia de neurocirujanos que se celebrará en Illinois (EEUU) los próximos días 12 y 13 de junio".

"Canavero ya demostró que la sustancia funciona cuando devolvió la capacidad de moverse a una chica con un grave traumatismo de la médula. Estoy convencido de que si la conferencia es un éxito, recibirá el apoyo de países interesados en que esta tecnología se desarrolle en su territorio", añade.

Inmerso desde hace un mes en una gran campaña mediática para dar a conocer su caso, Spiridónov tiene intención de viajar al congreso gracias al dinero que recauda a través de su web "Desireforlife.org".

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