Clásica y Moderna resiste el cierre por las deudas: "La única forma de pagar es con el local abierto"

Sociedad

Fue el primer local que combinaba varias pasiones porteñas, desde la literatura y tomarse un café hasta los shows variados, pero después de 80 años quedó bajo llave.

"Nosotros pasamos 80 años, desde antes de la primera presidencia de Perón. Hemos atravesado muchas crisis. Lamentablemente caímos en esta, pero todavía tenemos esperanzas de revertirla", expresó Fernando Monod, hermano del actual dueño de Clásica y Moderna a minutouno.com.

El bar notable ubicado, declarado de interés cultural por la Legislatura porteña, en Callao 892 fue desalojado esta semana. Las llaves ya las tiene del abogado del propietario del local que se hará cargo de velar por los bienes de la empresa durante un mes mientras Monod busca cómo saldar la deuda del alquiler, que oscila entre 300 mil y medio millón de pesos.

"Tenemos otras deudas, pero las íbamos manejando. El tema es que la única forma de revertir es teniendo el local abierto y volviendo a Clasica y Moderna con más espectáculos, que no estamos haciendo en febrero casualmente porque estábamos en la incertidumbre de si nos venían a desalojar o no. No queríamos comprometernos con los artistas", explicó Monod.

"Veníamos teniendo problemas económicos. Mi cuñada era Natu Poblet, la dueña original de Clásica. Mi hermano, Alejandro, tuvo en noviembre un problema cardíaco. Mi cuñada falleció en 2017 y mi hermano se vino abajo. En los tres años previos dedicó mucho tiempo a la salud de mi cuñada", relató.

A partir del 2 de noviembre de 2018, Fernando quedó al frente de Clásica mientras su hermano lucha por su salud (tiene una traqueotomía y no puede trabajar, pero suponen que ya sabe sobre el cierra del local porque la noticia se hizo viral). "Había cosas que yo desconocía", reveló el ahora encargado del negocio.

"A fin de diciembre, para las fiestas, el dueño del local y su abogado vinieron con que nos iban a desalojar. A partir de ese momento me pongo en contacto con ellos, pero bueno, el mes de enero es un mes prácticamente muerto en la Argentina, y recién retomamos esto en febrero", explicó Monod.

clasica adentro.jpg

El trato que ofreció Monod en nombre de su hermano fue vender unas cocheras para saldar la deuda "y nuestra propuesta era pagar un año por adelantado de alquiler", agregó. Pero hasta que se produzca la transacción no hay buena fe que valga.

"No es que el dueño sea una mala persona, le dio algunas posibilidades a mi hermano. Pero se sumaron la crisis económica del país, y que mi hermano no pudo levantar más esta caída que viene de tres o cuatro años para acá, no pudo afrontar las deudas que tenía, y el propietario llegó un momento que optó por la parte legal", admitió Monod con algo de resignación.

Al menos 10 familias quedaron en la calle tras el cierre de Clásica y Moderna. Monod no se arriesgó a que los empleados lo esperen hasta que se destrabe el cierre, pero tampoco presentó la quiebra por lo que los trabajadores quedaron en un área gris, y en la búsqueda laboral.

Además de negociar con el dueño del local y de intentar vender unas cocheras, Monod estableció contacto con el equipo del diputado Daniel Filmus y con el ministro de Cultura de la Ciudad, Enrique Avogadro, porque "se abrió el debate de qué pasa cuando sucede esto con bares notables como es Clásica".

"Esto lo hablé con gente de Filmus. Ellos están con un proyecto para que este tipo de locales tengan una carga impositiva más baja. Debería ser así porque son recursos turísticos que tiene la Ciudad, sino, ¿qué le vamos a mostrar a los turistas? Cuando uno viaja va a tratar de aprender un poco de historia de otro lugar, y acá la historia la estamos rompiendo hace rato. O sea que es bastante triste", sentenció Monod.

Dejá tu comentario