La devaluación del Obelisco: ya no recibe más campeones
El lugar donde habitualmente se celebran grandes conquistas cambió su rumbo este 2012: River festejó el ascenso, Arsenal casi no llevó gente y los hinchas de Boca se juntaron tras el subcampeonato.
Muchos millonarios celebraron el ascenso en el centro porteño
El humilde Arsenal apenas llevó un puñado de valientes
Boca celebró sus máximos logros con multitudes en el Obelisco
Y para confirmar la tendencia, el que se sumó a esta especie de "festejos sin demasiado festejo" en el Obelisco fue Boca, que cayó en la final de la Copa Libertadores de América ante Corinthians en Brasil por 2 a 0.
Así fue que, tras la derrota y el trago amargo por haberse quedado en la puerta de su séptimo título continental, un numeroso grupo de hinchas xeneizes (similar al que juntó River tras el ascenso) desafiaron las posibles cargadas y desataron toda su ebullición en plena 9 de Julio.
Con todo este contexto, cuesta entender el verdadero porqué, pero lo cierto es que ese mismo escenario que se hizo famoso por albergar los festejos más importantes del fútbol argentino (los Mundiales 78 y 86, entre tantos otros), hoy vive un panorama diferente.
A la par de la crisis de los clubes más grandes del país, el emblema porteño sufre su propia debacle. Y el 2012 no fue el mejor año para salir a flote.
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