Glaxo necesita calmantes
Un dictamen emitido en Chicago cuestiona la exclusividad de Paxil, fármaco que le ha significado a GlaxoSmithKline (GSK) ventas por US$ 3.250 millones en 2002. Ahora, la justicia declara que el compuesto pasará a ser “genérico” (es decir, no sujeto a la patente original) y cualquiera podrá fabricarlo a menor costo.
En la legislación estadounidense “genérico” no es sinónimo de monodroga o droga básica y se aplica a especialidades de todo tipo cuyos derechos exclusivos han expirado. Por supuesto, quienes las copian deben respetar fórmulas y proporciones originales.
Desde hace algún tiempo, a GSK le cae una tras otra. Su antibiótico estrella, Augmentin (conocido también por Clavinex, Clavoxilin, Clavulin y Eumetinex) ya compite con genéricos. Y durante el quinquenio 2003-7, el antiasmático Advair, otro antidepresivo (Wellbutrin), Avandia (diabetes 1) e Imitrex (migraña) irán perdiendo exclusividad.
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