Intercambio de Parejas - Última Parte
*Por Julieta Cid.
Desperté cerca del mediodía toda babeada y tirada boca abajo en el sillón, la resaca era recalcitrante y la luz del sol me pegaba de lleno en el ojo izquierdo.
No había nadie a la vista en el living, el dolor de cabeza me estaba partiendo al medio.
Tengo amnesia etílica, hasta el episodio del jarronazo lo recuerdo todo, pero después de ese momento se apagó el disco rígido, no grabó más; estaba aterrorizada con que apareciera el cincuentón y me dijera, que bien estuviste cuando te calmaste chiquita, guiñando un ojo y palmeándome la cola.
Por lo menos estaba vestida, tambaleando llegué al baño y me interne media hora sentada en el inodoro con la cabeza hundida en las manos.
Golpearon la puerta, era Andrés preguntando si estaba bien, si necesitaba algo.
No le respondí, cuando salí estaba junto a la puerta a la espera, como un león al acecho de la gacela, se abalanzó sobre mi y fue inútil tratar de resistirme.
Me abrazó y me pidió perdón casi llorando, me dio un poco de pena, ya que nunca lo había visto así, juntos nos sentamos en el sillón, le pedí disculpas por la triste escena que había protagonizado. Los planteos se hicieron desmedidos y se me habían ido de las manos, sobretodo con lo del jarronazo, le pedí que me llevara a casa, que no recordaba nada, que todo estaba enrarecido, me fui sin saludar a sus amigos que estaban tomando sol en la pileta de atrás, me fui tapándome la cara, como salen los delincuentes del patrullero para entrar a la comisaría.
En el auto tuvimos una charla, quizás la última.
Andrés
Todo salió tan mal, te pido perdón de nuevo, pero no quiero dejar de verte…
Yo
No Andrés, no nos vamos a volver a ver
Andrés
¿Tan extremista tenés que ser? ¿No me podes dar otra oportunidad? ¿Uno no puede cometer un error? que sirva para abrirte los ojos, yo lo cometí y hoy me doy cuenta que te quiero enserio.
Yo
No es por eso, cualquiera se puede equivocar, es por que no somos el uno para el otro, no buscamos lo mismo, cuando te conocí creí encontrar el amor verdadero.
Andrés
Yo también.
Yo
Tu amor y el mío no congenian, yo busco un compañero, alguien que me quiera como soy, con todos mis complejos y manías, alguien que me haga sentir querida, que caliente el otro lado de la cama todas las noches, alguien con quien pelear por el control remoto, que me obligue a aprender a cocinar, alguien que no tenga la necesidad de estar con nadie más, que no sea yo.
Alguien para proyectar, planificar un futuro ¿entendés? alguien que no salga corriendo con al pronunciar la palabra “familia”, vos no sos ese alguien, vos buscas pasarla bien, y no lo veo mal, pero no es lo mismo que busco yo.
Llegamos en silencio me despedí con un beso en la mejilla, al bajar me tomó del brazo y me preguntó; ¿no querés saber que pasó después de lo del jarrón? le respondí; no Andrés ya no me hace falta y no volví a verlo hasta meses después.
Julieta Cid
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