Bodegón en Buenos Aires: los dos restaurantes elegidos para comer una polenta de alta cocina
En Buenos Aires los bodegones siguen siendo un clásico: platos abundantes, aire familiar y una polenta reinventada que conquista a todos.
Bodegón en Buenos Aires: los dos restaurantes elegidos para comer una polenta de alta cocina
La polenta llegó de la mano de los inmigrantes italianos y se ganó un lugar en la mesa porteña como un plato económico y rendidor. La receta clásica mezclaba harina de maíz, salsa boloñesa y queso rallado. Hoy, en Buenos Aires, muchos restaurantes le dieron una vuelta creativa: la sirven cremosa, gratinada al horno, crocante frita o con salsas modernas que sorprenden.
Dentro de esa amplia oferta gastronómica, hay dos bodegones que lograron destacarse al convertir este plato popular en una propuesta gourmet, manteniendo intacto ese sabor casero y tradicional que lo convirtió en un emblema de la cocina porteña.
Las especialidades de "Saeta Café"
En pleno corazón de San Telmo se encuentra Saeta Café, un verdadero ícono de la gastronomía porteña. Fundado en 1962 por inmigrantes españoles, este bar se convirtió en punto de encuentro de vecinos y artistas, hasta que en 2001 bajó sus persianas. Sin embargo, hace poco tiempo reabrió sus puertas y volvió a la vida, manteniendo intacta su esencia tradicional, aunque con un aire renovado que lo conecta con las nuevas generaciones.
Entre sus propuestas gastronómicas, hay una que se lleva todos los aplausos: la polenta con ragú de cordero y hongos. Se trata de un plato elaborado a fuego lento, con esa textura cremosa y el sabor profundo que remite a la cocina casera de toda la vida. Ideal para los días frescos en Buenos Aires, Saeta Café es la combinación perfecta entre la tradición de los bodegones y la autenticidad de un menú porteño con historia.
Las especialidades de "Perón Perón Restó Bar"
Mientras que Palermo, San Telmo y Lanús, el Perón Perón Restó Bar se convirtió en un punto de referencia gastronómica donde la cocina popular se mezcla con un toque gourmet y una fuerte impronta cultural. .
Todo en el lugar respira peronismo: desde los nombres de los platos hasta la ambientación, cada detalle está pensado para sumergir a los comensales en un universo único que combina historia, política y sabores bien argentinos.
Entre las propuestas más destacadas aparece el plato estrella de la casa: el “Peroncho hasta los huesos”. Se trata de un osobuco braseado durante seis horas, servido con polenta en paellera, que logra una fusión potente, abundante y llena de sabor. Esta receta no solo refleja la tradición de los bodegones porteños, sino que también invita a disfrutarla en grupo, acompañada de un buen vino argentino, como manda la costumbre en Buenos Aires.
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