La batidora de sensaciones en el bunker del Acuerdo Cívico

*Las caras serias y duras de las primeras horas de la tarde se fueron descontracturando con la llegada de los primeros datos oficiales. A pesar de que en Capital Federal y provincia de Buenos Aires terminó en el tercer lugar, se festejó la derrota del kirchnerismo y la ganancia en las bancas del Senado.

Casi sin escalas, el bunker del Acuerdo Cívico y Social pasó de la tensión y la preocupación a la satisfacción y las celebraciones medidas. Es que el Palais Rouge fue una verdadera batidora de sensaciones y ánimos. Porque los rostros adustos se fueron descontracturando con el correr de las horas. Y con la llegada de los primeros cómputos oficiales, el silencio se transformó en aplausos y tibios festejos.

Falta clima, olor político”, se quejaba un cronista radial que hacía su tercera salida al aire diciendo prácticamente lo mismo. No pasaba nada. Incluso, muchos se prendían en los televisores con la victoria de Brasil por la Copa de Confederaciones. Pasaba el límite de las 18 horas y el bunker seguía apagado, con casi 200 sillas vacías en el salón. Los datos off the record daban una “paridad 20-20” en Capital: Alfonso Prat Gay vs. Pino Solana. Aunque en provincia de Buenos Aires se esperaban peores números. 

La primera voz oficial estuvo a cargo de Gerardo Morales y Adrián Pérez. “Va a ser un Congreso de minorías”, adelantó el presidente de la UCR pasada las 19. Y marcaba una tendencia que con el correr de las horas se iba a ir ratificando: “El Gobierno está perdiendo en todo el país. Se acabó la hegemonía kirchnerista. Ahora se impondrá el diálogo y la búsqueda de soluciones entre todos. Somos una fuerza política alternativa, federal y nacional. En el Congreso no habrá mayorías sino minorías a partir de diciembre. La primera será el kirchnerismo y, la segunda, la nuestra”.

Sin embargo, las caras eran serias y la concurrencia, escasa. De a poco, iban llegando los candidatos por separados. Primero Ricardo Alfonsín, que estuvo apenas minutos dentro del bunker: “Voy a seguir todo desde el Comité provincial”, se excusó. Luego arribó Margarita Stolbizer y, cerca de las 22.20, Lilita Carrió desembarcó en Salguero 1433.

La música funcional del lugar fue un fiel reflejo de lo que se vivía puertas adentro. La melodía de relax, al estilo de consultorio médico, intentaba tapar los baches. Sólo se cortaba cuando aparecía alguna cara oficial. Y los periodistas se divertían haciendo la cola para ligar algo del catering: primero medias lunas, luego pizzetas y sándwiches de migas. Todo acompañado, obviamente, por gaseosa.  

El quiebre llegó con el anuncio de los primeros datos oficiales. Prat Gay, Pérez, Morales, Bullrich y Gil Lavedra volvieron a salir a escena para adelantar que el Acuerdo Cívico estaba obteniendo 15 bancas, de las 8 que ponía en juego. Así, el disc jockey cambió la estrategia: salsa y música brasileña para reflejar los ánimos. Incluso, algunas integrantes del Comité de Organización se animaron a algunos pasitos.

Pero la explosión llegó con la presencia sobre el escenario de Lilita Carrió. “El Acuerdo Cívico ha cumplido el objetivo nacional que se había propuesto: convertirse en la fuerza política republicana y seria, como principal alternativa para las elecciones de 2011”. Y el auditorio tuvo su pequeño y único estallido.

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