El vice de Sanz sigue la dieta Paleo, no se baña con jabón y corre descalzo

Política

El precandidato a vicepresidente por el radicalismo Lucas Llach contó que extiende su modo de vida más allá de la mesa: no usa jabón ni shampoo y corre "en patas".

"La dieta paleo fue la más buscada en Google en 2014. Explotó en los últimos años", afirma en diálogo con la revista Viva Llach, economista de 41 años y precursor de esta corriente.

Además de la ausencia de trigo, lenteja y cualquier otro grano, tampoco hay en sus platos rastros de ningún lácteo, ni alimentos refinados como harinas azúcares o sal. Su dieta se asemeja a la del hombre del Paleolítico, que vivió hace 2,5 millones de años. El hombre que subsistía gracias a la caza y lo que recolectaba de la naturaleza.

Entre los adeptos paleo también está el basquetbolista olímpico Manu Ginóbili, la modelo argentina Noemí Preizler y las mega estrellas Uma Thurman, Natalie Portman y Beyoncé.

El meson paleo "Como Sapiens" fue pensado por Cecilia Pinedo, hija del diputado del PRO, Federico Pinedo, junto a su Llach. Él extiende el modo de vida cavernícola más allá de la mesa. El candidato a vicepresidente no usa jabón ni shampoo: "Me lavó el pelo y me ducho sólo con agua. La suciedad sale. Los cuatro primeros días el cuero cabelludo genera su oleosidad natural, pero después la química del cuerpo se acomoda". Asegura que, además de quedar bien "limpito", el método también disminuye el acné.

Llach sumó a la movida cavernícola a su mamá, Magdalena Estrugamou, una socióloga de 71 años. Para ella preparó un blog Alimentación Sapiens donde están al alcance los preceptos paleo. "La clave es comer mucho hasta saciarte bien. Devorar lo que tu cuerpo necesita y dejar de preocuparse por cuánto comí", dice Llach.

"Si el alcohol proviene de la fruta, tubérculo o raíz está todo bien. El hombre se enferma porque cambió su alimentación natural. Antes no existía la celiaquía. De hecho, los celíacos y los intolerantes a la lactosa pueden seguir la vida paleo. Son reacciones o enfermedades que aparecieron por los cambios que introdujo el hombre a la especie", cuenta el doctor en Harvard y profesor de la Universidad Di Tella.

"Es clave nada de sedentarismo", destaca. El corre, pero en modo "paleo". Es decir, descalzo. La práctica se llama barefoot running. Llach se animó luego de leer "Nacidos para correr", de Christopher Mc Dougall. El best seller afirma que lo natural es hacerlo con los pies desnudos, sin golpear el suelo, como si uno se deslizara.

"Corrí 10 kilómetros en 39 minutos, un tiempo mejor que a mis 30 años", explica, mientras muestra orgulloso sus pantorrillas paleo, bien desarrolladas porque el músculo trabaja más "en patas".

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