Un productor italiano mejoró la calidad de sus uvas con la música de Mozart

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El hombre probó que las plantas pueden volverse más fuertes y sanas si se las trata con música. El resultado está avalado por la ciencia.

Un productor vitivinícola de Montalcino, en la Toscana, Italia, aplica desde hace más de diez años una técnica infalible para fortalecer sus vides: las hace "escuchar" Mozart. El resultado son unas excelentes uvas de la cepa Sangiovese que son utilizadas para el vino más famoso de la zona, el Brunello.

"¡Imaginate la vida sin música! Yo supongo que la música puede mejorar la vida de las personas y de los animales, ¿por qué no también la de las plantas?", exclamó Giancarlo Cignozzi, el dueño de la viña Il Paradiso di Frassina, al sitio estadounidense CBS.

Vidrala e Il Paradiso di Frassina
Con esta premisa en mente, el hombre comenzó un extraño experimento en 2003 que 13 años más tarde probó ser una idea efectiva: las vides más cercanas a la fuente de la música crecieron más robustas y las uvas más cercanas a los parlantes son las mejores para la producción de vinos.

"Dividimos la propiedad en 25 áreas diferentes y monitoreamos la calidad de las uvas al momento de la cosecha", explicó con un dejo de científico Ulises, el hijo de Giancarlo. "Las plantas parecían más robustas y las uvas que están más cerca de los parlantes tienen el contenido de azúcar más alto, así que creemos que funciona", agregó.

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Stefano Mancuso, especialista en Botánica de la Universidad de Florencia, explicó que, en realidad, las plantas "escuchan" la frecuencia de vibración de la música y por eso podrían ponerles Vivaldi, Bach o heavy metal que de todos modos funcionaría la técnica (aunque los humanos a su alrededor podrían disfrutar más o menos del sonido).

"En general, las plantas son mucho más sensibles que los animales", explicó Mancuso, para quien las vides de Giancarlo confundieron la música con la vibración de un manantial de agua. "El resultado más impresionante fue que el sonido redujo dramáticamente la cantidad de ataques de insectos", agregó.

Pero a Giancarlo no le interesan las explicaciones científicas y por el momento seguirá ofreciendo a sus vides un concierto de Mozart tras otro a través de los 72 parlantes que tiene instalados en su viñedo. "Lo siento, ¡pero soy un romántico!", aseguró.


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