Tras pasar más de una hora en la pista de aterrizaje, el avión abrió una de las puertas y salió un primer grupo de rehenes compuesto por 25 mujeres y un bebé.
A esa primera tanda le siguieron otras más hasta que quedaron libres los 111 pasajeros y los siete miembros de la tripulación. Finalmente, los secuestradores decidieron entregarse.