A 40 años del debut al volante de Juan María Traverso
En 1971, comenzaba la historia de "el Flaco" de Ramallo. Entrá y mirá la galería especial de .
Todo por ver hasta dónde podía llegar ese flaquito inquieto que de adolescente era capaz de hacer mil y una travesuras con un volante en el centro de Villa Ramallo. Cuentan que copiaba con precisión a sus ídolos de la época. Eran años en los que brillaban Copello, Perkins, Cupeiro, Menditegui, Pairetti, García Veiga…y aparecía un jovencito de Arrecifes de flequillo inquieto, un tal Luis Rubén Di Palma.
Tanto entusiasmo por saber de qué se trataba eso de correr en autos, tenía un solo impedimento; la negativa rotunda de “Don Juan” Traverso, que además de autorizar debía financiar. Ni una cosa ni otra pasaban, es más, el respetado propietario de Fiplasto, una de las firmas más fuertes de la región, usaba sus contactos para intenta evitar que los posibles colaboradores desistan de la idea de ayuda a su único hijo varón a cumplir el cometido. Afortunadamente no tuvo éxito.
El auto color naranja identificado con el N° 62 estaba listo, hasta lucía el nombre reglamentario de sus tripulantes. En la puerta izquierda Juan María Traverso, en la puerta del acompañante Juan Dancha. Algunas empresas locales que aportaron y en el parabrisas, la leyenda que exhibió siempre con orgullo, Ramallo.
Un par de aceleradas por la avenida San Martín fueron suficientes para constatar que todo estaba en su lugar. El Gran Premio de Turismo Carretera que se celebraba en Pergamino era el destino. Bien podía ser el debut y despedida.
Ni bien aceleró por primera vez en esa carrera, comenzó a tallar la estadística. Llegó quinto en la serie y abandonó en la final. Eso sí, ganaba el maestro Eduardo Copello, y el Flaco estaba feliz.
El resto es historia conocida….
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