Alcoholímetros, inseguridad vial y controles en la mira

Sociedad

* Sólo en la Ciudad de Buenos Aires se hicieron casi 63.000 controles de alcholemia durante 2006. De dar positivos implican un juicio contravencional, cursos y multas.
* Sin embargo, la eficacia del método empleado suele despertar sospechas entre los conductores.
* minutouno.com consultó a funcionarios, importadores y denunciantes para aclarar el panorama.

Durante 2006 se realizaron 62.683 inspecciones individuales de alcoholemia en la Ciudad de Buenos Aires, de las cuales 1.887 dieron positivo. En total fueron 2.199 controles realizados por la Guardia Urbana, en conjunto con la Dirección General de Seguridad Vial, el SAME, la Policía Federal y la Prefectura Naval, que obligaron a miles de conductores a detener su marcha y soplar en el aparatito que detectaba su nivel de alcohol en sangre.



Lejos de todo intento por desacreditar la modalidad de control pero conscientes de las dudas planteadas por nuestros lectores, desde minutouno.com quisimos despejar los interrogantes sobre la exactitud de los resultados arrojados por el polémico dispositivo de alcoholemia. Y así hablamos con denunciantes, importadores y funcionarios involucrados.

Alcoholímetros, al banquillo

De acuerdo al artículo 17 de la Ley Nacional de Lucha contra el Alcoholismo (24.788) queda prohibido conducir vehículos con una alcoholemia superior a 500 miligramos por litro de sangre, 200 para motos y ningún tipo de rastro para quienes manejen transporte de carga o de pasajeros.


 


Un solo vaso de vino, cerveza o whisky, limita la capacidad de conducción ya que produce una alteración de los reflejos para conducir    
Rubén Malatani es fundador de Padres en la Rutas, una ONG donde más de 10.000 padres voluntarios, a modo preventivo, realizan controles de alcoholemia en rutas y caminos pueblerinos y advierten así a los jóvenes y mayores que manejan con dosis de alcohol en sangre.

“No nos interesa recaudar dinero, la política o defender ninguna religión, sólo nos mueve la prevención”, explicó a minutouno.com Malatani, que también se desempeña como periodista en la ciudad de General Deheza (cerca de Río Cuarto). Manifestó que si bien no está en contra de multar a quien no reúna las condiciones dispuestas por la ley no confía en los aparatos empleados durante los controles.

“En algunos controles se usan instrumentos de alcoholímetros truchos, para cobrar más multas. Algunos son traídos de Alemania pero acá no los controla nadie. Y tampoco son legales ya que no emiten ticket”, denunció Matalani.

Ante este interrogante minutouno.com consultó a la empresa que los importa y a las autoridades que emplean este aparato en los controles callejeros.

No hay reglamentación que exija que los alcoholímetros estén homologados en nuestro país, pero sí tienen los controles adecuados de los organismos públicos del país de donde se importan”, explicó la arquitecta Patricia Cárcova, Directora de Seguridad Vial del Gobierno de la Ciudad
El control de alcoholemia dura 10 minutos y en caso de dar positivo se inicia al conductor un juicio contravencional    



Desde Instrumental Supply, empresa que importa los alcoholímetros empleados por el Gobierno fueron claros: “ Damos la mayor seguridad, así lo que se mide es lo más cercano a lo que indicaría un análisis de sangre. Sólo cuentan con una desviación de más o menos 15. Así cada alcoholímetro  -cuyo costo promedio es de $3000 dólares- tiene un certificado de calibración respaldado por la Facultad de Bioquímica de la UBA y, a su vez, se chequea cada 6 meses.

Por otra parte Malatani mencionó que muy pocas veces se le informa al conductor que tiene derecho a un dopaje de sangre. “Es porque muchas veces se hace para recaudar y no para prevenir”.  La responsable de los controles de alcoholemia en la ciudad explicó el motivo: “Sólo en caso dar positivo el conductor puede exigir la contraprueba sanguínea y así se lo traslada a algún departamento sanitario para hacerle un control de sangre”.


 


También reforzó sus dichos citando el texto de la ley correspondiente. "La Ley 24.449 y su Decreto Reglamentario 779/95 explican que la verificación también puede realizarse mediante análisis de sangre u orina aunque esto está sujeto  a la técnica que fije la autoridad sanitaria competente". Asimismo, en todos los controles participa personal de SAME para detectar otros indicios de haber bebido alcohol aún sin usar el controvertido aparato. “Se le hace una prueba clínica para evaluar como caminar el aliento y estado en general”.


Dejá tu comentario