La revelación espiritual de Juanse: "Me entregué a Dios"

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El ex líder de los Ratones Paranoicos se lanzó como solista y se unió a una congregación religiosa.

Juanse cambió. Ya no es el rockero contestatario que  reclamaba su "pedazo" ni el provocador que le cantaba a un gato siamés, sino que evolucionó hasta convertirse en un hombre de familia y, lo que es más profundo, un creyente en Dios.

El ex líder de los Ratones Paranoicos dejó la banda después de 25 años de carrera y se lanzó como solista en 2012. Además de tener la fuerza de un impulso musical nuevo, el rockero se volcó de lleno a su religión y es parte de la congregación del padre Fernando Abraham en Avellaneda.

La devoción de Juanse no es nueva, pero es la primera vez que el rockero de 50 años decide hablar de su vida espiritual. "A mí no me hicieron tomar la comunión: fui yo a los 15 y la tomé. Lo mismo la confirmación. Claro que descendí y conocí el infierno y sus derivaciones, y no es que me arrepienta, pero ya no tengo nada que ver. Ahora me entregué a Dios. Mi creencia se profundizó", explicó a la revista Gente.

Aunque vive en Belgrano, Juanse va todos los domingos a la iglesia Nuestra Señora del Rosario de Avellaneda, donde funciona la Comunidad de Oración Jesús Pan de Vida, con el padre Abraham a la cabeza, y se convirtió en acólito, que es uno de los pasos iniciales en la vida laica consagrada.

"El Padre Abraham dice que se debe buscar una experiencia que vaya más allá de lo superficial", comentó, en claro reflejo de las enseñanzas del religioso, a quien conoció a través de su mánager, Edgardo. "Fui y el camino se me empezó a abrir solo. Hay que dejarse llevar y confiar. Porque todo vuelve: el daño y el bien", sintetizó.

Con el impulso de su fe rehabilitada, Juanse confesó que su descenso al inframundo fue más bien catastrófico. "Yo siempre fui disciplinado, aún con caídas. Tuve años de vértigo extremo. Hice todo. Menos inyectarme, porque siempre les tuve miedo a las agujas, las de la droga y a las del reloj. No volvería a eso. Estoy bien como estoy", explicó.

"Aunque no soy nadie, puedo ayudar para que los pibes tengan algo de onda... El problema es que no tienen contenido. Van a la droga, el alcohol y los vicios, por ejemplo, porque lo leyeron. Nosotros, por lo menos, llegamos desde una experimentación, desde el arte", convino.

Con eso en mente, el rockero ofreció un show en la iglesia Nuestra Señora del Rosario de Avellaneda junto a su amigo Gabriel Carámbula. "La misma disciplina del arte, al final, te lleva a conectar con Dios y te hace dejar lo que no sirve", explicó.

"Para mí, un tipo que está en esa situación es un imbécil. Hasta los 30, bueno... Hasta los 40, si querés. Ya más de esa edad, te estás defraudando a vos mismo", se explayó Juanse. "Yo me tomé una cancha de River de cocaína hasta el borde, pero el destino me hizo madurar", reveló el ex líder de los Ratones Paranoicos.

"Todos tenemos un momento de acercarnos a Él, pero el ser humano es holgazán, y me incluyo. Queremos pasarla bien. Volvemos cuando se enferma mami o un estudio nos da mal", señaló el rockero, incisivo. "Siempre supe que tarde o temprano este cambio era para mí", aseguró.

"Yo zafé porque porque siempre tomé alta calidad de todo. Cuando vi que empezaban a darme revoque, chau...", advirtió el rockero, quien hoy en día incluso es abstemio. "Con todo lo que tomé, puedo estar 50 años sin probar. Y sin problemas, porque no sirve si te aguantás. O sea, yo puedo tomar vino, pero no tengo más ganas", señaló el rockero, quien por estos días recoge los frutos de una vid espiritual.

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