El oficialismo y la oposición, frente a las Legislativas

Política

Artemio López, titular de la consultora Equis, analiza los diferentes escenarios que se abren este año ante las elecciones legislativas de octubre.

Descartando ciertos episodios de oposición salvaje, el 2012 cerró con el peronismo y aliados alineados tras el liderazgo de Cristina Fernández de manera compacta, mientras la oposición aún tiene pendiente la construcción de un liderazgo alternativo capaz de competir con chances de reemplazo del actual oficialismo.

Un simple cálculo muestra el panorama ante las elecciones legislativas de 2013. En 2009, Córdoba, Santa Fe y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que sumados representan el 30% del padrón electoral, promediaron para el oficialismo el 10% de los votos. Todas las encuestas de opinión serias señalan que cualquier candidato del FPV hoy eleva ese promedio al 25%, por lo que tan solo estos tres distritos aportan 4,5 puntos nacionales adicionales del piso del 30% obtenido en el año 2009.

Provincia de Buenos Aires, que representa el 40% del padrón electoral, donde Néstor Kirchner y Daniel Scioli obtuvieran el 32% de los votos, muestra que hoy cualquier candidato del FPV logra como piso el 45% de los votos, 13 puntos adicionales a aquellos 32 del año 2009, con lo cual el aporte bonaerense suma 5,2 puntos nacionales más al 30% del año 2009.

Así las cosas, con este solo aporte adicional en estos grandes distritos, el FPV obtiene ya un piso de 40 puntos de votos sobre el 70% del padrón.

Proyectando una muy conservadora mejora adicional promedio similar en el resto de los distritos que representan sumados el 30% del padrón, se coloca al FPV con un piso del 45% de los votos, 15 puntos de mejora respecto de la elección de medio mandato del oficialismo en el crítico año 2009. Mientras tanto, la oposición mostrará aún más fracturas que en octubre de 2011 y muchas más que en 2009, cuando, por caso, De Narváez obtuvo 34% de votos en Buenos Aires, y hoy proyecta apenas 14%, 20 puntos menos.

Composición en el Senado

En las elecciones legislativas de 2013 se renuevan 24 de los 72 senadores, correspondientes a 8 distritos que representan el 22% del electorado nacional (según participación electoral): Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.

A diferencia de lo que ocurre con la renovación de diputados nacionales de 2013, en el Senado el FPV-PJ juega una importante cantidad de bancas (38% de su propio bloque y 54% del total de lo que se renueva), mientras que el radicalismo solo expone un 25% de su bancada. Eso se debe a que, en este caso, el recambio corresponde a los senadores que ingresaron en 2007 –un año electoral favorable al kirchnerismo- y en 8 distritos de buen desempeño del oficialismo.

Los más afectados por la renovación son los aliados no peronistas del oficialismo, que representan el 10% de la Cámara: el 86% finaliza su mandato en 2013. Sumados, el FPV y sus aliados no peronistas renuevan el 79% de las bancas en juego en 2013.

Por esa razón, hay poco margen de ganancia para el oficialismo. Mantener la bancada actual es el resultado óptimo. En la CABA, Salta y Tierra del Fuego hay riesgo de pérdida, mientras que en Santiago del Estero puede ganar una banca.

El escenario en Diputados

El Frente para la Victoria – PJ es el bloque que menos bancas juega en 2013: solo renueva un tercio de su bancada actual. Algo similar sucede con los diputados del FAP, que en su mayoría ingresaron en las elecciones de 2011.

En cambio, los bloques de la UCR y el Frente Peronista renuevan dos tercios de sus bancadas actuales, con lo que inexorablemente sufrirán pérdidas en la elección de 2013.

En el conjunto de aliados del FPV, también la tasa de renovación es alta (casi dos tercios). Esto se debe a la conclusión de los mandatos de los diputados del antiguo Peronismo Federal que ingresaron en 2009 como opositores y luego-crisis del sujeto agromediático mediante-, retornaron parcialmente al oficialismo entre el segundo semestre de 2010 y el primero de 2011. Se trata de los actuales bloques Córdoba Federal (delasotistas), Unión Peronista (Solá), Santa Fe en Movimiento (reutemista), PJ-La Pampa, Peronismo Federal de Salta (Wayar) y el sindicalista Julio Ledesma (retornado al oficialismo, originario del bloque de De Narváez).

Los más afectados por la renovación son el resto de las fuerzas de oposición, que obtuvieron magros resultados en las elecciones del 2011. El PRO juega 8 de sus 11 diputados, con lo que sufrirá una merma considerable en su bancada a partir de las elecciones de 2013. La Coalición Cívica y Proyecto Sur, que renuevan la totalidad de sus bancas el año próximo, hoy enfrentan el escenario de quedar sin representación en la Cámara baja.

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