Ahora los inversores argentinos apuntan a la clase media uruguaya
Los empresarios del real estate buscan aprovechar beneficios de la ley de viviendas sociales impulsadas por el sector público para avanzar en un nuevo nicho de negocios y dejar de lado el mercado de lujo.
El objetivo es facilitar el acceso a una casa a sectores de ingreso medio y medio bajo. El negocio se hace atractivo para el inversor porque presenta exoneraciones impositivas, explica un artículo del diario uruguayo El Observador.
Además de los inversores europeos, también hay un flujo importante de fondos de la región, en particular argentinos. Se trata del mismo tipo de capital que en años anteriores optaba por Punta del Este, y ahora se vuelca a un segmento que ofrece mejores rendimientos.
En general, los inversores argentinos trabajan con desarrolladores de confianza "a los que siguen" en todos sus proyectos. Estaban cuando antes construían en Punta del Este, y siguen estando ahora que se vuelcan a la vivienda para la clase media.
Hasta el momento, de acuerdo con la ANV, hay 163 proyectos presentados que significan 5.396 viviendas, la mayoría proyectadas en Montevideo. Eso implica una inversión superior a los US$500 millones que, según los operadores del sector, la mitad proviene de inversores extranjeros.
También hay españoles entre los extranjeros interesados en invertir en viviendas sociales. Es el caso del Grupo Ivory, que lleva adelante dos proyectos en Montevideo, el Urbancity I y II. Son dos edificios, de 45 y 19 departamentos respectivamente, de uno a tres dormitorios cada unidad.
El costo de construcción por metro cuadrado sin las exoneraciones de la ley se ubica en US$ 1.400, mientras que con los beneficios se reduce a US$1.200.
En la financiación para acceder a la vivienda de interés social, el Banco Hipotecario de Uruguay (BHU) es clave. La persona debe hacer una entrega que puede ir de 10% a 30% del costo final del inmueble y el resto se financia en cuotas a 20 o 25 años.
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