La historia oculta detrás del Súper Dulce de Leche, el helado favorito de los golosos

Gourmet

Ahora parece una obviedad, pero cuando su creador lo puso entre los tachos de su heladería el público quedó gratamente sorprendido. ¿Còmo se originó ese sabor?

Daniel Paradiso lleva 39 años al frente de Helados Daniel, un hito en zona norte y también en la Ciudad de Buenos Aires. En sus casi cuatro décadas de historia, este artesano del sabor se lleva el honor de ser el creador -¿el padre?- del Súper Dulce de Leche.

La mezcla de helado de dulce de leche con dulce de leche puro puede parecer obvia ahora, pero en 1991, cuando Paradiso agregó ese sabor entre los tachos de su heladería en Victoria, provincia de Buenos Aires, la rompió con la cremosidad del helado y la personalidad del dulce de leche con el que era veteado.

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Paradiso en uno de los 31 locales de
Paradiso en uno de los 31 locales de "Helados Daniel"

"A la gente le gustó enseguida".

"En seguida a la gente le gustó. Durante cuatro o cinco años fuimos exclusivos", explicó Paradiso a minutouno.com. "El primer dulce de leche usado tenía que tener personalidad porque tenía que competir con el helado a -15º, tenía que tener un gusto muy fuerte pero sin pasarse de la raya", agregó.

El primer dulce de leche usado para vetear, antes de que las fábricas de dulce de leche hicieran una variedad especial para ese fin, tenía que ser "no muy líquido para que no se llore ni muy espeso", para evitar tener un nudo pegajoso en medio del cucurucho.

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El súper dulce de leche, un clásico que ya fue versionado en todas las heladerías
El súper dulce de leche, un clásico que ya fue versionado en todas las heladerías

Helados Daniel tiene otros sabores exclusivos, como el alfajor de chocolate en honor a la delicia de Mar del Plata, el bombón suizo inspirado en el bocadito Cabsha o un sabor, el Dani Snick, que es la versión local de la barra Snickers.

Sin embargo, el Súper Dulce de Leche se coló como un favorito desde que apareciera en la mesa de los Paradiso como un invitado sorpresa que llega para el postre.

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Tacitas para todos los gustos
Tacitas para todos los gustos

"Estábamos comiendo en familia y había un frasco de dulce de leche en la mesa. Trajimos el helado y lo mezclamos. A mis hijas les gustó", reveló el maestro heladero. Con semejante olfato para los sabores nuevos, no es de extrañarse que ambas hijas de Paradiso, Florencia y María Sol, trabajen hoy en la empresa.

Aunque las paletas se pusieron de moda y Paradiso reconoce que "el cliente empezó a ser más exigente", el 20 por ciento de los sabores vendidos en Helados Daniel es de la familia del dulce de leche, otro 20 de la del chocolate, 45 de las cremas y un 15 de las frutas como el maracuyá, el limón o la frambuesa.

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La crema Tramontana, un golazo para los cucuruchos
La crema Tramontana, un golazo para los cucuruchos

De hecho la planta de Helados Daniel en Garín, provincia de Buenos Aires, produce un promedio de 1.5 millones de kilos de helado por año. Nada mal para un negocio que empezó en 1978 con máquinas de segunda mano en un garage de Victoria.

"Siempre quise trabajar en mi propia empresa".

"Siempre tuve en claro que quería trabajar en mi propia empresa", expresó Paradiso, de 58 años, quien empezó a trabajar en una heladería de barrio a los 12 para llenar el tiempo libre durante el verano.

Años más tarde, cuando ya se había recibido del industrial y trabajaba como electricista, Paradiso se encontró por la calle con su ex jefe, Roberto, de Helados Roberto, quien le sugirió empezar su propio negocio, con los deliciosos resultados a la vista.

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