En memoria de Mandela, Sudáfrica dedica un día de oración y reflexión

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Las iglesias, sinagogas, mezquitas y templos abrirán sus puertas para recordar al líder pacifista. Los actos culminarán con el funeral de Estado por Madiba el próximo 15 en la localidad de Qunu.

Con actos religiosos en todo el país, Sudáfrica celebra este domingo el Día Nacional de la Oración y la Reflexión para honrar al fallecido ex presidente Nelson Mandela.

Está previsto que iglesias, sinagogas, mezquitas y templos de otras religiones se llenen para recordar a Mandela, cuya lucha contra el régimen racista del "apartheid" envió al mundo un mensaje de reconciliación y paz que trasciende toda raza y religión.

El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, pidió este sábado a sus compatriotas que apoyen de forma masiva el Día Nacional de la Oración y la Reflexión declarado para recordar al venerado ex mandatario.

En un comunicado, el jefe de Estado hizo un llamamiento a los ciudadanos para "ir a los estadios, auditorios, iglesias, templos, sinagogas (...) para celebrar la vida de Madiba", como se conoce popularmente en su país al ex presidente.

"Mientras estamos de duelo, deberíamos cantar también alto con nuestras voces, bailar y hacer lo que queramos para celebrar la vida de este revolucionario excepcional que mantuvo el espíritu de la libertad vivo y nos condujo a una nueva sociedad", dijo Zuma.

"Como sudafricanos -añadió-, cantamos cuando somos felices y también cantamos cuando estamos tristes para sentirnos mejor. Celebremos a Madiba de esa manera que tan bien conocemos. Cantemos por Madiba".

El día de oración marca el comienzo de una agitada semana de actos que culminará con el funeral de Estado por Madiba el próximo día 15 en la localidad de Qunu (sureste del país), donde él pasó su infancia.

Se espera que numerosos líderes mundiales asistan a las exequias fúnebres del ex mandatario, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Mandela, que pasó 27 años en la cárcel por su oposición al régimen de segregación racial del "apartheid" impuesto por la minoría blanca de Sudáfrica, murió el pasado jueves en su casa de Johannesburgo a los 95 años.

Desde entonces, su vivienda se ha convertido en lugar de peregrinación de miles de ciudadanos que acuden allí a rendir su último tributo al héroe sudafricano.

El antiguo estadista se ganó el respeto del mundo por su política de reconciliación con la minoritaria población blanca, tras convertirse en 1994 en el primer presidente negro de Sudáfrica.

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