En cuestión de segundos, Amalia Granata habló de feminismo y mezcló "empoderamiento" con "odio a los hombres" y también con "ir a abortar". Dijo ser feminista, pero después recomendó a las mujeres a "usar preservativo" para no quedar embarazadas. Las confusiones de la mediática.
Con el pañuelo celeste atado en la muñeca izquierda, Amalia Granata no duda en decir que es feminista: “Soy feminista pero no de las que están de moda ahora en Argentina”, asegura y hasta la periodista hace una pausa y le pregunta a qué se refiere.
“Me siento empoderada y eso no significa que odie a los hombre. No significa que para sentirme empoderada tenga que ir a abortar. El feminismo es otra cosa”, dijo en una entrevista con la señal LN+.
El feminismo claramente es otra cosa, pero Amalia parece no entender muy bien de qué se trata.
La mediática, periodista y ahora también política no entiende que ser feminista no significa que toda mujer va a ir corriendo a abortar. Amalia, por si no lo sabías, hay mujeres que son madres , feministas y que apoyan el aborto legal seguro y gratuito. ¿Por qué? Porque hablar del aborto es hablar de la libertad de la mujer, de poder decidir sobre tu propio cuerpo y que eso no implique una condena o la muerte, como pasa hoy con el aborto clandestino.
De hecho, el debate por la legalización del aborto no pasa por una cuestión moral, sino que es política: no es aborto si o aborto no, es aborto legal o aborto ilegal.
“Lo confunden con el resentimiento hacia los hombres. Podés amar a los hombres y ser feminista. Podés llevar a cabo un embarazo y ser feminista”, agregó en la misma entrevista.
Ser feminista, Amalia, tampoco significa “tener resentimiento a los hombres”. Ser feminista supone ser consciente de la dominación, opresión y explotación por la que fueron expuestas las mujeres durante toda la historia, producto de un sistema patriarcal en donde los varones fueron y son claramente privilegiados.
Se trata de entender que hay una evidente desigualdad entre hombres y mujeres en los estratos económicos, políticos y culturales de la sociedad.
Frente a eso, el movimiento de mujeres dijo basta y comenzó a luchar por la igualdad y la conquista de derechos para las mujeres que fueron históricamente reprimidos.
Hace apenas unos días, buscaste provocar una vez más al movimiento feminista, pidiéndole a las mujeres (¿Y por qué no a los hombres?) a que usen preservativos para no quedar embarazadas. ¿De qué feminismo hablás, Amalia?