Simuló que su hija tenía una grave enfermedad para estafar a sus familiares

Sociedad

Una mujer les hizo creer que su niña tenía leucemia e insuficiencia renal y que debía ser trasplantada de médula y riñón. Organizaron una campaña solidaria y se fugó con el dinero.

Eugenia Guaquinchay armó un plan perfecto y logró estafar a familiares y a dos docentes del colegio al que asistía su hija en Mendoza. La mujer, de 27 años, simuló que la pequeña, de 6 años, tenía leucemia y necesitaba operarla. Recaudaron dinero y se fugó a la Ciudad de Buenos Aires.

"Esa mujer no tiene sentimientos", dijo su pareja Ariel Lizarazo, de 39 años. Es que cuando todas las piezas encajaron lo abandonó por otro. Antes había estafado a cientos de personas, entre ellas, a dos maestras que descubrieron su argucia y la denunciaron.

Según informó Diario Uno, Inés Valdez y Silvia del Valle, docentes de un colegio de Guaymallèn, fueron las primeras en desnudar que Guaquinchay simuló la enfermedad de su hija para obtener dinero fácil a través de campañas solidarias y fugarse a Capital.

Eugenia Guaquinchay y su hija
Eugenia Guaquinchay estafó a dos docentes diciendo que su pequeña tenía leucemia.
Eugenia Guaquinchay estafó a dos docentes diciendo que su pequeña tenía leucemia.

Una vez conocida la enfermedad de su alumna, las maestras se sintieron profundamente comprometidas y comenzaron a realizar acciones para ayudarla. Hicieron una campaña a través de las redes sociales y recaudaron $14.000. También consiguieron pasajes para un viaje previo que hicieron para realizar supuestos estudios antes de la operación. La denuncia fue radicada en la oficina Fiscal 9 de Villa Nueva el 1 de septiembre pasado.

Ahora la trama de mentiras parece no tener fin. A medida que avanza la investigación nuevos testimonios dan a conocer hasta qué punto la mujer mantuvo en secreto sus fines. Sus familiares directos, hermanos y padres también creyeron que la pequeña estaba mal de salud y desesperados quieren recuperarla y luchar por su tenencia.

Guaquinchay les hizo creer a todos que su hija padecía de leucemia linfocítica crónica e insuficiencia renal y que por tal motivo debería ser trasplantada de medula y riñón. La farsa fue acompañada por documentación que más tarde se comprobaría que había sido adulterada usando firmas de médicos de otras consultas, como consta en la denuncia.

Desde el Ministerio de Salud de Mendoza se constató en el sistema de pacientes que la menor nunca fue atendida por leucemia en ninguno de los sanatorios públicos. Asimismo, desde el hospital Garrahan, sede en la que supuestamente sería atendida para operarse, enviaron un correo aclarando que la niña no estuvo nunca asentada en alguno de sus expedientes.

Sin embargo, antes de que se confirmaran estos datos mucha gente cayó en su telaraña de mentiras y comprometida con la pequeña apoyó distintas campañas que se realizaron a través de las redes sociales para recaudar fondos con importantes sumas de dinero.

Cómo descubrieron la estafa

Según contaron oportunamente las maestras, el 27 de agosto acompañaron al aeropuerto El Plumerillo a Guaquinchay, que viajó junto con su pareja para que finalmente le realizaran la cirugía a la pequeña de seis. Días después se comunicaron con la mujer para conocer cómo había salido la operación y su tono ya no era el de costumbre, además les dijo que había tenido que ser cancelada por diversos motivos.

Al mismo tiempo empezaron a aparecer relatos y personas que no coincidían con lo que había expuesto y manifestado tan convincentemente esta madre. Al comunicarse con la doctora que figuraba como responsable de la derivación dijo que desconocía el caso. Asimismo en la historia clínica del hospital se descubrió que la niña nunca fue paciente oncológica.

A partir de estas confirmaciones las docentes se acercaron a la Justicia y realizaron la denuncia. El caso continua siendo investigado y actualmente se trabaja para poder traer a la menor de edad a la provincia. Temen que la pequeña también esté siendo engañada.

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