¿Quién es San La Muerte?
El caso de la adolescente que estuvo encerrada nueve años en manos de una pareja que adoraba a San La Muerte, volvió a poner en escena al polémico culto de origen latinoamericano.
Desde los '60, las migraciones internas extendió el culto a zonas de Santa Fe y, en especial, al Gran Buenos Aires.
Además de San La Muerte se le llama Nuestro Señor de la Muerte, San Esqueleto, Ayucaba, Señor que Todo lo Puede (En Formosa), San Severo de la Muerte (en Corrientes), o El Señor y San Parca. Su imagen es la de un macabro esqueleto con una guadaña, vestido con una capa que puede ser de varios colores, aunque el color predominante es el negro.
Para los que creen en este santo, sus imágenes sirven de amuleto, pero su efectividad se caduca si no son bendecidas, es por eso que sus devotos concurren a misas y aprovechan la bendición final, para sacar sus amuletos y estatuillas.
Esto lo hacen sin que el sacerdote se de cuenta ya que a la Iglesia Católica se niega a realizar bendiciones de la estatuilla o cualquier representación por tratarse de un culto pagano.
A San La Muerte se lo invoca igual que a cualquier otro santo. Según cuentan los fieles, se recurre a él para interceder ante Dios en medio de la adversidad para que les brinde la gracia que necesita en ese momento. La diferencia con el resto, es que a San Esqueleto se le puede pedir para dañar a otra persona.
La imagen del santo tiene significados particulares, como por ejemplo, la guadaña ubicada en su mano derecha como señal de igualdad ante Dios, simboliza que a todo ser viviente le llegará su hora a partir de él.
El esqueleto, representa la similitud con todos los humanos y que la muerte está desarraigada de lo material, es decir la tentación de los hombres. El santo tiene ojos rojos, que simbolizan la sangre y a todos los seres humanos.
Además en todos los amuletos, San La Muerte, aparece con una sonrisa, la cual demuestra el regocijo del conocimiento eterno sobre la vida y la muerte.
La adoración por este santo puede ser por diversos motivos, entre ellos: la búsqueda de trabajo o la conservación de trabajo; para hallar cosas perdidas; para obtener el amor de alguien; vengarse por un daño recibido o amores no correspondidos; para obtener suerte en el juego y negocios o para defenderse de juicios injustos.
San la Muerte tiene muchos fieles entre los presos, delincuentes, narcotraficantes, asaltantes y mafiosos quienes adoran al santo para que los cuide en algún hecho delictivo y logren salir ilesos.
Es por eso que los portadores de su amuleto creen ser invulnerables a maleficios y desgracias ya que el santo atrae el amor y la buena fortuna. La creencia popular se basa en pedirle algo rezando, a cambio hacerle una ofrenda. Los regalos más usuales que le hacen los devotos son golosinas, whisky, cigarrillos, o flores.
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