Los dueños del portal de compras AliExpress ya están preparados para salir a la bolsa

Tecno

Se trata del sitio de comercio electrónico más famoso del mundo. Vendió en 2013 más del triple que eBay y más del doble que Amazon. En Argentina se conoce como AliExpress.

Alibaba es el sitio de comercio más grande del mundo que, en Argentina, se hizo más conocido como AliExpress, que explotó después del control cambiario. A través de la página se vende de todo y de todo tipo de marcas: desde luces para el hogar o carpas hasta pantalones o repuestos de auto.

Este gigante nació en 1999 en el apartamento de Jack Ma, un hombre de 49 años que, según todos aseguran, se trata del líder espiritual de la compañía que hoy tiene más de 40 mil empleados.

Ma dejó su puesto de presidente ejecutivo el año pasado. La dimisión la realizó en un estadio de fútbol donde fueron sus 40 mil empleados y los clientes más importantes.

Hoy, este evangelizador, se desempeña como presidente ejecutivo de la junta directiva y sigue teniendo una gran influencia en las decisiones operativas de la empresa, que atraviesa uno de sus momentos más importantes, preparándose para salir a la bolsa.

Ma está cerca de la fama que tienen las celebridades en China. Hay libros sobre él e incluso videos motivacionales con sus consejos.

Sus compañías no paran de generar. En 2013 todas juntas lograron hacer US$240.000 millones. Esto significa que facturó el triple que eBay y el doble que Amazon. Además, Aliplay, que es su plataforma de pagos, tuvo transacciones por más del triple de las que tuvo PayPal.

Ma nació en Hangzhou, cerca de Shanghai. Sus papás eran actores y logró crecer mucho económicamente gracias al florecimiento chino en los 80s. Aprendió inglés gracias a que tuvo trabajo de guía turístico para extranjeros.

Ma se metió en Internet gracias a un viaje que hizo a Estados Unidos. Desde allá usó la red por primera vez y notó que no había información sobre China. Cuando volvió creó China Pages, que se trataba de un directorio de empresas de su país. Desde ese momento nadie logró pararlo.

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