Tuvieron que posponer su boda porque Obama quería jugar al golf
Se puede prever la hora, la comida, la bebida, el servicio de lunch, elegir al párroco, poner una banda para tocar en la fiesta y hasta tener un "Plan B" en caso de lluvia, pero definitivamente a la hora de casarse uno no cuenta con que el presidente norteamericano va a querer ese día jugar al golf en el mismo lugar donde uno va a hacer la ceremonia.
Otro privilegio del primer mandatario estadounidense, un fanático del golf, que en 2008 inclusive se dio el gusto de jugar junto a la estrella Tiger Woods en un exclusivo complejo de Florida, encuentro que la Casa Blanca no permitió que ningún medio de comunicación presenciara.
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