Buscan a barras que estarían vinculados al financista desaparecido

Sociedad

Se trata de dos hombres que trabajaban para Gustavo Díaz haciendo cobranzas para sus negocios financieros. Estas personas estarían vinculadas a una barrabrava de la zona sur del conurbano. Un colaborador declaró ante detectives policiales que el financista y empresario tenía deudas de "todo tipo".

Dos hombres que trabajaban haciendo cobranzas para el financista Gustavo Darío Díaz (41), desaparecido hace 10 días en el microcentro porteño, y a quienes se los vincula con alguna barrabrava, son buscados por la Justicia para que aporten alguna información sobre este empresario buscado, informaron fuentes judiciales y policiales.

La instrucción de la causa está delegada en la fiscal Estela Andrades, quien desde el lunes toma en forma personal varias declaraciones testimoniales al entorno más íntimo de Díaz, en la sede de la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción 1, en el edificio judicial de Tucumán 966.

Por los datos que aportaron varios de esos testigos, la fiscal Andrades tiene particular interés por localizar y hacer declarar en el expediente a dos hombres que trabajaban para Díaz haciendo cobranzas para sus negocios financieros.

"Se trata de dos personas que estarían vinculados a alguna barra brava, pero no a la de Boca como se viene mencionando, sino de clubes de la zona sur del conurbano. Solían hacerle alguna cobranza a Díaz o incluso en alguna oportunidad le hacían de custodios", dijo una fuente judicial.

La fiscal también decidió cambiar a los investigadores policiales del caso y desde el miércoles le delegó el sumario a la División Antisecuestros -ahora llamada División Operativa-, de la Policía Federal Argentina. La fuente aclaró que "no se trata de que se esté investigando la desaparición de Díaz como un secuestro o que haya habido un llamado extorsivo, sino que la fiscal prefiere a esos investigadores por su experiencia en casos complejos como este".

Los detectives que quedaron a cargo de la búsqueda de Díaz son los de la División Operativa Oeste, lo que era Antisecuestros se dividió en cuatro zonas y también hay Central, Sur y Norte. A estos pesquisas, la fiscal Andrades les pidió que hagan un nuevo y exhaustivo relevamiento de todas las cámaras y videos que consigan en una "cuadrícula" delimitada por las cuatro manzanas que rodean el garaje de Lavalle al 600 donde aquel lunes 9 de marzo Díaz dejó estacionado su auto Volkswagen Vento.

"El garaje tiene cámaras pero sólo monitorean. La idea es buscar en esas cuatro manzanas a la redonda cámaras que de algún edificio, local, comercio o domo que haya captado el paso de Díaz esa mañana por la zona", dijo el investigador consultado.

La ex mujer de Díaz y denunciante de la desaparición, Andrea Puccar, estuvo mirando en la sede de la División Búsqueda de Personas algunos videos conseguidos -entre ellos los de un local de Pago Fácil-, pero en ninguno pudo identificar a su ex marido. Andrades también ya puso la mira en otros hombres de negocios con los que Díaz tenía "deudas de hasta trescientos mil dólares", según reveló una de las fuentes consultadas.

La pesquisa además está centrada en analizar sus últimas comunicaciones pero el problema es que a Díaz le detectaron "cuatro teléfonos celulares pero no se descarta que utilizara alguna otra línea que aún no se sepa que usara", según explicó otro de los investigadores. Por lo que la fiscalía y la policía pudieron reconstruir hasta el momento, se supo que el domingo 8 Díaz pasó la noche en la casa que aún compartía con su ex mujer, en Lanús, a pesar de estar separados.

El lunes 9 llegó a media mañana al garaje de Lavalle al 600 donde dejó su auto, un VW Vento patente KNP052, le envió mensajes a su ex mujer, Puccar; otros a su novia, Ana Luna; y otros a su primo Carlos, apodado "El Pela", quien trabajaba para él en su financiera.

El empresario nunca llegó a pasar por su propia oficina de la calle San Martín y Lavalle, pero sí alcanzó a ir por la de otro financista amigo, de nombre Diego y quien también ya declaró en la causa, ubicada en la calle Florida al 500, donde pasadas las 11 Díaz retiró un cheque por 32.000 pesos que todos los meses solía cambiarle.

En las comunicaciones con su primo, Díaz le dijo que estaba reunido con un "Pela" -que aún no se sabe de quién se trata-, después le dijo que estaba "haciendo cosas" y tenía tenía para rato y a las 13.37 le explicó que se iba a su casa, donde nunca llegó. También se investiga si la desaparición de Díaz, que además de financista tiene con su mujer una empresa de ambulancias llamada "May Day", puede estar vinculada a una intimidación que sufrió el 26 de febrero cuando desde una moto balearon la puerta de su casa, en la calle Diputado Pedrera al 1800 de Lanús.

Al declarar por esa causa, el empresario dijo que cuatro días antes había echado de su empresa de ambulancias a cuatro empleados, pero que no creía que los balazos tuvieran nada que ver con eso y, además, le dijo a los investigadores que no sabía de dónde podía venir la intimidación y que no tenía "deudas ni enemigos". Otra de las líneas de investigación apunta a determinar si el empresario manejaba dinero de miembros de la barra brava de Boca Juniors, tal como lo declaró un allegado.

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