Golosina con sorpresa: desde el Topolín hasta el huevo Kinder
Avanzando en la escala, los chocolatines Jack (que afortunadamente siguen existiendo) invitaban a ser degustados, mas allá de la sorpresa: El chocolate no era de la más alta calidad, pero era (y sigue siendo) chocolate. No obstante, los muñequitos eran y son coleccionables y usan el criterio de series. Duraron muchos años las series de los muñecos de García Ferré (Anteojito, Larguirucho, el profesor Neurus, etc) Ahora, aggiornados, están saliendo las series de Los Simpson.
Mas cerca en el tiempo y mucho mas a tono con el marketing moderno, los huevitos Kinder utilizan la misma combinación de golosina-juguete. El sabor del chocolate despierta pasiones: hay quienes lo aman y quienes lo odian, pero, a no dudarlo, es chocolate. Claro que algunos de los “chiches” que traen los huevitos necesitan de la ayuda de un ingeniero civil para terminarlos, pero en gran medida, la adicción de los chicos por estos huevitos está vinculada no sólo al juguete sino al hecho de poder armarlo.
Sin duda, hay muchos mas ejemplos. Se reciben sugerencias y recuerdos.
Te puede interesar
Dejá tu comentario