Monotributistas y madres: la brutalidad de no contar con una licencia que las ampare

Sociedad

Para proyectar su maternidad tuvieron que salir a buscar empleo extra y debieron volver a trabajar antes de lo que estipula cualquier recomendación. Cómo viven las mujeres que deciden ser madres y trabajan como monotributistas.

Mariana es veterinaria. Desde hace seis años que con la ayuda de su familia se puso un local propio donde es la única profesional. Trabaja de lunes a sábados de 8.30 a 19.30. Hace un parate de una hora en el medio. Es mamá de Lucas, un nene de casi 3 años. Durante su embarazo, trabajó hasta un día antes de dar a luz. De hecho, fue a un control en la semana 39 y 4 días y como tenía la presión muy alta el obstetra la internó y le practicó una cesárea.

“¿Cuándo puedo volver a trabajar?”, le preguntó al médico con el recién nacido en brazos antes de que le diera el alta. “Estás loca. Mínimo hasta que te saquen los puntos. 15 días”, recomendó. Quince días ni más ni menos, Mariana volvió a trabajar. “Hubo gente que se enojó porque me tomé 15 días y no volvió más. Tenía que comer, no podía darme el lujo de tomarme ni un mes. Ni puerperio ni nada”, contó a minutouno.com.

Laura pudo aguantar unas semanas más. Al mes de haber dado a luz, volvió a dar clases de baile en una escuela. Durante ese tiempo, ella misma contrató a una suplente para no perder el trabajo que tanto le había costado conseguir. Con la plata que había podido ahorrar, le pagaba a la suplente y tuvo que recurrir a la ayuda de su compañero.

“No digo que esté mal, pero después de haber sido tan independiente tener que pedirle a mi compañero para cargar la Sube fue todo un retroceso. Fue sentir que la maternidad me había sacado la autosuficiencia económica que a mí me hacía sentir orgullosa”, recordó a este portal.

Para las mujeres que son monotributistas es un conflicto importante pensar y proyectar la maternidad porque no tienen una licencia que las ampare y en muchos casos deben volver a trabajar de forma instantánea. Varias comienzan desde antes del embarazo a tratar de ahorrar lo más posible para poder quedarse el mayor tiempo con sus bebés pero la gran mayoría no llega a los 90 días como establece l a ley actual y en menos de un mes retoman sus actividades.

Tal fue el caso de Silvana que es profesora de Yoga y Reiki que cuando comenzó a planear su maternidad empezó a llenarse de clases hasta la semana 37 de su embarazo que tuvo que empezar a bajar el ritmo y se quedó con muy poquitas actividades. “Me organicé con tiempo y sumé todo lo que pude hasta que el cuerpo dijo basta. Así y todo, con la situación actual en la que estamos, me pude tomar sólo un mes y de a poco tuve que ir agregando clases”, sostuvo a minutouno.com.

mujer embarazada trabajando

La ley no las ampara

La ley 20.744 sobre licencia por maternidad y paternidad sólo cubre a los y las trabajadoras formales que incluyen a empleadas de casas particulares. Sin embargo, las informales, monotributistas o autónomos quedan fuera de cualquier formato de licencia. “En total, sólo 1 de cada 2 trabajadores tiene licencia por maternidad o paternidad. Sólo el 49% del total de las y los trabajadores están en relación de dependencia”, explicó a este portal Carolina Aulicino, Oficial en Inclusión Social de UNICEF.

En ese sentido señaló que “estas licencias son insuficientes y sumamente heterogéneas, por lo que la posibilidad de hacer efectivo el derecho al cuidado de cada niño o niña varía según el tipo de inserción laboral de cada madre o padre. Además, los padres y madres adoptivos no tienen acceso a licencia, como tampoco contempla parejas del mismo sexo ni necesidades de cuidado específicas para casos de discapacidad”, explicó.

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Reformar la ley de licencias actual significa un acto de justicia social y de una equidad entre hombres y mujeres. “Sería deseable que dicha reforma se basara en un principio de universalidad para alcanzar a todas las personas que son madres o padres en Argentina, independientemente de su categoría en el mercado laboral. Esto puede hacerse de manera gradual y tomando en cuenta los desafíos de financiamiento, estableciendo metas de largo, medio y corto plazo, como han hecho países de la región como Uruguay”, señaló Aulicino.


"Sólo 1 de cada 2 trabajadoras y trabajadores tiene licencia por maternidad o paternidad"

Además, la nueva configuración de licencias “debería buscar una distribución de tareas de cuidado y crianza más justa entre mujeres y varones, y tomar en consideración las diversas conformaciones de familias y buscar igualar sus derechos. Es posible, en este sentido, buscar instrumentos innovadores que permitan incluir a los y las monotributistas, como se ha hecho en el caso de su inclusión en el sistema de protección social a través de la Asignación Universal por Embarazo y Asignación Universal por Hijo”, sostuvo la especialista.

Un buen ejemplo de esto es Uruguay, el único país de la región que contempla a las trabajadoras y trabajadores independientes. Además, en el caso de la licencia por maternidad, ampara a quienes hayan quedado embarazadas luego de ser despedidas pero dentro del plazo de cobertura del seguro de desempleo.

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