Crimen de Brisa en Pilar: la adolescente fue asfixiada y presentaba signos de abuso sexual

Sociedad

La chica fue encontrada enterrada en el fondo de la casa de su tío, quien quedó detenido como el principal sospechoso del crimen.

Brisa Méndez, la adolescente de 13 años encontrada asesinada anoche en la casa de su tío en la localidad bonaerense de Derqui, fue aparentemente asfixiada a través de la boca y la nariz, y presentaba signos de abuso sexual y un fuerte golpe en la cara, de acuerdo a lo que pudieron apreciar los forenses en la escena del crimen.

La chica, que era buscada desde el miércoles pasado a las 15.30 por su familia, fue encontrada enterrada bajo un montículo de tierra pasadas las 21 en el fondo de la casa de su tío materno, Matías Méndez, quien quedó detenido por el crimen.

Los efectivos de la Policía Científica que concurrieron al lugar hallaron el cadáver de la adolescente envuelto en una sábana, desnudo de la cintura para abajo y con un corpiño y una remera en el torso.

Al comenzar a revisar el cuerpo, advirtieron que tenía un golpe importante en la cara, del lado derecho, signos de defensa y ataduras en los tobillos realizadas port mortem, presuntamente para poder mover y enterrar el cadáver.

Si bien falta realizar la operación de autopsia, que se efectuará esta tarde, la primera impresión de los forenses es que se trató de una muerte por asfixia con la modalidad sofocación, es decir que el asesino le tapó la boca y la nariz a la víctima.

Además, hay signos de compresión en las mucosas internas de los labios y en las fosas nasales.

Lo que resta determinar es si la chica fue enterrada muerta o aún se encontraba semiinconsciente, indicaron las fuentes policiales consultadas.

Mientras los forenses trabajaban levantando el cadáver para llevarlo a la morgue, escucharon varios balazos que luego se estableció que provenían de cinco cuadras, donde mataron a un policía de la Ciudad.

En tanto, la madre de Brisa, Vanesa Méndez, pidió que su hermano "se pudra en la cárcel" y aseguró que le había pedido prestada una pala con la que se cree que enterró a su hija.

"No tengo palabras y pido justicia para mi hija. Ella había pedido salir para hacer compras y nunca regresó. Todo el barrio la buscaba y las cámaras de seguridad nunca la vieron salir de la zona. Pido justicia y que se pudra en la cárcel", dijo Vanesa al canal Crónica TV.

Acerca de su hermano, sostuvo entre lágrimas que los dejó “totalmente destrozados a todos” y relató: “El muy de mierda me mandaba mensajes al celular para que me tranquilice porque la nena iba a volver porque se fue por la culpa de su papá".

La mujer, que está embarazada, contó que su hermano le había pedido prestada una pala “para sacar las plantas de marihuana que tenía en su casa” y que ella nunca pensó que podía ser para enterrar a su hija.

Sobre Brisa, aseguró que "era hermosa, muy compañera y servicial con todos”.

“Tenía tan solo 13 años. No entiendo por qué le arruinó la vida así. Mi hermano no tenía antecedentes de nada y no entendemos por qué hizo eso tan cruel", agregó.

El fiscal Gonzalo Acosta, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Delitos Conexos a la Trata de Personas del Departamento Judicial de San Isidro, aguardaba para esta tarde el resultado de la autopsia al cuerpo de la adolescente para saber la data de muerte y luego indagará al sospechoso.

Brisa había sido vista por última vez el miércoles alrededor de las 15.30, cuando salió de su casa hacia la estación de trenes para realizar compras.

Ese mismo día, a las 12.08, la abuela de la chica recibió un mensaje de la aplicación Messenger, en la que supuestamente la menor le escribió: "Estoy lejos, no voy a volver, papá no me quiere, me hace cosas".

Como el teléfono de Brisa no tenía chip y solo podía usarlo conectado a una red WiFi, el fiscal Acosta solicitó de manera urgente, y a través del Ministerio de Seguridad, que Facebook informara la dirección IP desde donde había sido emitido ese mensaje.

Finalmente, la red social informó que había sido transmitido desde un domicilio ubicado en la calle Iparaguirre al 700, donde hay tres viviendas, entre ellas la del tío de la víctima, quien ya había declarado en la causa pero desviando la investigación.

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