OEA: de pedir nuevas elecciones a callar ante el golpe de Estado en Bolivia

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El organismo liderado por Luis Almagro aún no se pronunció por la destitución de Evo Morales, luego de emitir un comunicado cuestionando los comicios del 20 de octubre.

La Organización de los Estados Americanos (OEA) aún no se pronunció contra el golpe de Estado en Bolivia, luego de que su titular –Luis Almagro- recomendara al destituido presidente Evo Morales que repitiera las elecciones.

Morales renunció a su cargo y denunció el Golpe, luego de seguir el consejo de la OEA y llamar a nuevos comicios en su país.

El organismo liderado por Almagro difundió un informe que detallaba las irregularidades detectadas por su misión, entre las que se destacaban "un sistema de transmisión de datos electorales viciado", "la falsificación de firmas y alteración de actas", "una cadena de custodia del material electoral viciada" y la supuesta manipulación de carga de votos que arrojó "una tendencia altamente improbable" en el escrutinio del último 5% de los votos.

"La primera ronda de las elecciones celebrada el 20 de octubre pasado debe ser anulada y el proceso electoral debe comenzar nuevamente", señaló el comunicado oficial de la OEA.

De inmediato, Morales acusó recibo y convocó a nuevas elecciones, cuyo resultado final lo daba ganador en primera vuelta por escaso margen, pero el opositor Mesa –segundo en las cuestionadas elecciones- y Camacho, entre otros, le reclamaron que renunciara y que no volviera a presentarse.

Estos pedidos de renuncia fueron luego asumidos también por la Central Obrera Boliviana (COB), y las jefaturas del Ejército y la Policía, con lo que el margen de maniobra para el presidente quedó muy estrecho.

Finalmente, Evo renunció a su cargo y denunció un golpe de estado "cívico, político, policial" de parte de la oposición y las organizaciones cívicas, la central sindical y las Fuerzas Armadas y de seguridad que le reclamaron la dimisión.

"Estamos renunciando para que mis hermanas de pollera, como en Santa Cruz y Cochabamba, no sean pateadas; ahora pueden estar satisfechos (Carlos) Mesa y Camacho; renuncio por ellas, por ellos; no quiero que haya enfrentamientos", afirmó Morales, a quien le faltaban 73 días para concluir su mandato presidencial.

Bolivia quedó en una inédita situación por las dudas respecto de quién debe asumir la jefatura del Estado, ante la renuncia de Morales y de los tres dirigentes que lo seguían en la línea sucesoria, según lo dispuesto por la Constitución nacional.

El gobierno de Colombia pidió este lunes una reunión urgente de la OEA con el fin de abordar la "compleja situación institucional" en Bolivia, que todavía no tuvo respuesta.

En un comunicado del Ministerio de Exteriores, el gobierno de Iván Duque dijo observar "con atención" los últimos acontecimientos en Bolivia tras el informe preliminar de la auditoría realizada por la OEA a las elecciones del 20 de octubre y la posterior renuncia del presidente boliviano.

"Colombia invita a los representantes de las instituciones del Estado, de los diferentes partidos políticos y de la sociedad en su conjunto, a trabajar de la mano por garantizar un proceso de transición pacífico, en estricto apego a las disposiciones constitucionales que rigen el ordenamiento jurídico boliviano y con el acompañamiento de la comunidad internacional", sostuvo la Cancillería en un comunicado.

En este sentido, el gobierno de Duque se mostró dispuesto a trabajar en el seno de la OEA "para asegurar que los ciudadanos bolivianos se puedan expresar libremente en las urnas y elegir a un nuevo gobierno con plenas garantías para su participación".

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