La Rioja: obligan a nena de 4 años a vivir con su abusador

Sociedad

La justicia de La Rioja dictaminó que la pequeña tenía que ir a la casa de su papá, donde también reside su abuelo, acusado de someterla a un abuso sexual.

Una mujer de La Rioja recurrió a la justicia esta semana para pedir que le restituyan a su hija de 4 años, a quien una jueza ordenó entregar a su padre para que vivan en la misma casa donde también reside el abuelo de la menor, acusado de someterla a un abuso sexual.

Ana, tal es el nombre ficticio de la madre para proteger la identidad de la niña, lleva 50 días sin ver a su hija después de que la titular del Juzgado de Instrucción de Violencia de Género y Protección Integral de Menores N°2, Karina Cabral, le otorgara a su ex pareja la tenencia provisoria de la pequeña.

La jueza Cabral dictaminó que la pequeña se mudara con su padre tras revisar un informe médico en el que consta que sufrió un daño psicológico por no ver al hombre en dos años. Los peritos también precisaron que la niña no muestra signos de abuso sexual ni de traumas.

Con ese informe Cabral ordenó que la niña se mudara a la casa de su padre, donde además habita su abuelo paterno, el hombre a quien hace poco más de dos años señaló como su abusador, informó Radio Contacto 104.5 de San Miguel de Tucumán.

"Me siento impotente al no poder protegerla. Me preocupa que la Justicia no la está escuchando", expresó este viernes Ana a la emisora tucumana.

Ana explicó que se separó del padre de su hija porque la sometía a violencia de género y que hace dos años la niña dio a entender que era víctima de abusos en la casa de su padre. A su manera la pequeña incluso señaló a su abuelo paterno como el agresor.

"Yo soy solo un canal, la estoy acompañando. La que habló fue ella y yo le creí", expresó la mujer, que hoy en día, en plena cuarentena por coronavirus, se ve obligada a ver a su hija a través de videollamadas que duran lo que su ex pareja permite que duren.

La mujer aseguró que agotó los recursos legales para evitar que su hija conviva con su presunto abusador y está desesperada porque quiere que la niña "pueda vivir una infancia libre".