Suecia resuelve el misterio de quién mató a Olof Palme

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Después de 34 años y el peritaje de 400 armas, la policía señaló al que asesinó al primer ministro de Suecia Olof Palme a la salida de un cine en Estocolmo.

El asesinato del primer ministro de Suecia Olof Palme sacudió al país -y un poco a toda Europa- el 28 de febrero de 1986. El líder socialdemócrata fue asesinado de un balazo por la espalda cuando salía con su mujer, Lisbet, de un cine en el centro de Estocolmo.

Palme murió en el acto, pero el esclarecimiento de su asesinato demoró 34 años hasta este miércoles, cuando el investigador Hans Melander le anunció a Suecia y al mundo que la investigación se daba por terminada y que el culpable del crimen "con toda probabilidad" fue el diseñador gráfico Stig Engström, conocido como "el hombre de Skandia" por el nombre de la compañía para la que trabajaba.

Engström había sido entrevistado en numerosas ocasiones en el marco de la causa, pero nunca fue imputado formalmente como sospechoso. El hombre trabajaba como publicista para la empresa Skandia y se quitó la vida en 2000.

Martin Palme, el hijo del primer ministro de Suecia, expresó este miércoles su creencia de que Engström asesinó a su padre pero se lamentó por la falta de "evidencia concluyente" que despejara cualquier duda sobre el autor del crimen.

El fiscal Krister Petersson, a cargo de la investigación judicial desde 2017, afirmó que "el hombre de Skandia" estuvo en la escena al momento del crimen y señaló al publicista como el autor, pero no presentó nuevas pruebas como estudios de ADN o peritajes al arma homicidia, un revólver Magnum .357 Smith & Wesson que nunca apareció.

Sí se peritaron 400 armas, pero sin suerte. Además se destinaron 57 millones de euros a lo largo de 34 años para sostener la investigación, pero nunca se pasó de las hipótesis que iban desde un atentado de la derecha sueca hasta la intervención de un fanático en favor del apartheid en Sudáfrica dado que el líder socialdemócrata era un ferviente promotor de los Derechos Humanos y del estado de bienestar.

El actual primer ministro de Suecia, el también socialdemócrata Stefan Löfven, admitió que "se cometieron muchos errores en el principio de la investigación" por el asesinato, al que se refirió como "un trauma, una herida abierta" o "un misterio sin solución".

Por de pronto el público sueco no se mostró sorprendido por la conclusión del "caso Palme" ya que el periodista Thomas Pettersson había llegado a la misma persona, el "hombre de Skandia" en su investigación personal publicada en 2018 en la revista Filter.

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