La foto que habla ¿Macri conoce a Susana?

Sociedad

La imagen viralizada muestra al ex presidente y a Susana Martinengo en aparente diálogo. Entre ambos, Antonia Macri. Sentada sobre las piernas de su padre en un gesto que pareciera, paradójicamente, vaticinar los males que acarrearía a su padre, esta imagen.

La fotografía cobró relevancia y significado luego de, al menos, dos hechos claves. El primero; Susana Martinengo fue detenida hace pocas horas sospechada de recibir informes del grupo de espías conocido como Super Mario Bros, que tenía en su mira desde dirigentes políticos tales como Cristina Kirchner, como así también Horacio Rodriguez Larreta y María Eugenia Vidal entre otros., en el marco de la causa por espionaje ilegal del macrismo. El segundo; Mauricio Macri dejó trascender que no conoce a Susana y su entorno repite lo mismo casi al unísono.

Fuera de todo análisis político y periodístico, nos centraremos exclusivamente en el mensaje semiótico de la foto. ¿Es posible determinar, mediante la observación del lenguaje corporal si existe empatía y proximidad afectiva entre las personas que han sido fotografiadas en ese instante? Rápidamente analizaremos los elementos visibles teniendo en cuenta la perspectiva de los sistemas de la Comunicación No Verbal con sus herramientas propias de la investigación cualitativa.

Comencemos por el sistema kinésico que permite ponderar y analizar algunos códigos y posturas y de ambos en la foto. Mauricio Macri recostado sobre el sillón mientras sostiene a su hija, realiza un aparente movimiento kinésico con la punta de sus dedos tensando un mechón de su cabello. Gesto controlador de anclaje reflexivo que solemos evitar ante la presencia de extraños y que resulta más común en el entorno familiar o íntimo. El contacto visual entre ambos denota un intercambio activo comunicacional mientras que Susana apoya su mano derecha – evitando apoyar la palma lo que hubiese sugerido dominación en el vínculo-, sobre la superficie del sillón compartido en un gesto propio de territorialidad contenida que reservamos para ocasiones en las que nos encontramos ante un interlocutor que nos reconoce o nos delega autoridad. También su torso inclinado hacia Macri, revela reconocimiento a su figura e interés en el diálogo con gestualidad espejada en sonrisa social compartida.

Continuemos con el sistema proxémico de análisis con tres ejes a tener en cuenta. Quizá sea éste el que nos brinde más información que nos permita responder la pregunta inicial. ¿Conoce Macri a Susana o no? El primer eje a tener en cuenta en esta dimensión analítica es el espacio. Un sillón compartido. No hay escritorios que separen los cuerpos, ni mesas, ni se encuentran de pie en un saludo formal. Tampoco son sillones individuales propios de las entrevistas distantes. Se encuentran ambos compartiendo el mismo sillón. El segundo eje es la disposición; el cuerpo de Macri reclinado en una postura desestructurada sin impostaciones ni formalidades implica correspondencia con un marcado grado de confianza.

El tercer eje, quizá el más contundente, la proxemia. O sea, la distancia acotada entre los cuerpos. Lejos de las distancias sociales en las que ubicamos a personas extrañas y distantes afectivamente (y que solo aplicamos con personas cercanas en los tiempos actuales de pandemia), ambos cuerpos se encuentran en sus extremidades inferiores a escasos centímetros del contacto, lo que denota un elevado grado de confianza y familiaridad. Recordemos que las proxemias que elegimos, de manera inconsciente con personas con las que no tenemos confianza oscila entre 45 y 120 cm.

Finalmente, desde el sistema diacrítico, la Comunicación No Verbal nos permite valorar los mensajes simbólicos presentes en un intercambio. La camisa arrugada de Macri y las mangas recogidas sobre el antebrazo, señalan ausencia de formalidad lo que nos deja lugar a entrever un encuentro amistoso entre dos personas que se conocen los suficiente como para que una de ellas ofrezca como puente afectivo entre sus cuerpos la figura de su hija en brazos. Algo que no sucedería en ningún caso si Susana fuera una desconocida.

En resumen, si tuviéramos que traducir del Lenguaje Corporal al Español con un subtítulo, el cuerpo del ex presidente en esta foto bien podría decir: Conozco a Susana lo suficiente como para recostarme en el sillón despreocupadamente mientras mis dedos juegan tensando mi cabello sin inquietarme por la ropa arrugada. La conozco lo suficiente como para conversar con ella con mi pequeña hija en brazos y también por eso su cuerpo puede estar escasos centímetros del mío, como si fuera un familia sin que siquiera me moleste.

Nuestra conclusión, entonces. No importa lo que Maurucio Macri haya expresado con palabras. El cuerpo se encargó de señalar, en este caso lo contrario. Esto se debe a que como siempre decimos en nuestro laboratorio, nuestro cuerpo no sabe mentir.

*Director del Laboratorio de Investigación en Comunicación No Verbal. Consultor de la OEA (Washington DC) en Comunicación no Verbal

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