"La pandemia demostró que la única actividad que no se puede frenar es el cuidado y la importancia de profesionalizarlo"

Sociedad

Cecilia Merchán, la secretaria de Políticas de Igualdad y Diversidad, del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad habló sobre la importancia de las tareas de cuidado y sobre cómo su distribución genera desigualdad por razones de géneros, acentuando la feminización de la pobreza. También reflexionó sobre la responsabilidad del Estado y el trabajo interministerial que llevó a la publicación del primer documento sobre tareas de cuidados.

Si hay algo que la pandemia y el aislamiento para frenar la propagación del coronavirus develaron es la relevancia de las tareas de cuidado. Todos en algún momento de nuestras vidas necesitamos ser cuidado: de niños, si padecemos una enfermedad, o de grandes cuando nos transformamos en "adultos mayores". Sin embargo, no todos somos cuidadores. Esta tarea fue y es feminizada. Son las mujeres, y también las personas LGTBIQ+, quienes se encargan en su gran mayoría de estas tareas que muchas veces son mal remuneradas, o ni siquiera se pagan.

La desigualdad en la organización social del cuidado repercute directamente en otros fenómenos como la feminización de la pobreza, las desigualdades sociales, la brecha salarial, el desempleo y la informalidad e incluso la desigualdad de género en la participación política.

Cecilia Merchán Secretaria de Políticas de Igualdad y Diversidad del Ministerio de las Mujeres Géneros y Diversidad (MMGyD), en cuya órbita está la dirección Políticas de Cuidado, habló con minutouno.com sobre esta problemática y sobre la reciente presentación del primer documento de la Mesa Interministerial de Políticas de Cuidado -integrada por 12 organismos del Estado nacional- “Hablemos de Cuidados” .

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Cecilia Merchán Secretaria de Políticas de Igualdad y Diversidad del Ministerio de las Mujeres Géneros y Diversidad.

Cecilia Merchán Secretaria de Políticas de Igualdad y Diversidad del Ministerio de las Mujeres Géneros y Diversidad.

"Por mucho tiempo la problemática del cuidado fue invisibilizada pero hace algunos años logró instalarse en la agenda pública gracias al movimiento feminista. La pandemia demostró que todas las actividades se puede frenar menos el cuidado y la importancia de profesionalizarlo. El aislamiento puso de manifiesto que los cuidados de la vida, de niños y niñas, de personas adultas mayores, personas con discapacidad, los cuidados comunitarios son tareas esenciales. Se pueden cerrar líneas enteras de producción pero no se puede abandonar el cuidado", destacó Mechán.

Desde que su origen, en diciembre de 2019, el MMGyD trabajó para que el cuidado esté en el centro de las políticas públicas. La conformación de la Mesa Interministerial y la elaboración del documento es un hecho histórico en nuestro país: es la primera vez que el gobierno nacional aborda el tema de manera unificada, considerándolo una política de Estado y con el objetivo de avanzar hacia un sistema integral y federal.

Cuidados desiguales que generan realidades desiguales

El documento identifica la desigualdad de géneros producto de la distribución de las tareas de cuidado. En el ámbito laboral, los números demuestran que la tasa de actividad de las mujeres es 20 puntos menor que la de los varones (49,4% y 69,4% respectivamente), según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos para el último trimestre del 2019. Si se incluye como variable la presencia en el hogar de niños menores de 4 años se observa que las mujeres participan en el mercado laboral en un 56,9%, mientras los varones lo hacen en un 90%.

Otro dato interesante abordado por el informe es que el tiempo social promedio dedicado al trabajo de cuidado no remunerado (quehaceres domésticos, apoyo escolar, cuidado de personas) equivale a 5.7 horas diarias para las mujeres y sólo 2 horas diarias para los varones. El dato fue brindado por el módulo de uso del tiempo que se incorporó en 2013 a la Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU),

"El cuidado de niños y niñas ante el cierre de las escuelas por la pandemia combinado con el teletrabajo marcó claramente una situación de sobrecarga muy fuerte en las mujeres. Creemos que tenemos que tener una mirada integral para abordar todas estas cuestiones de cuidado con una corresponsabilidad del Estado y también empresarial. También apuntar a una campaña cultural fuerte que vaya rompiendo los estereotipos de género que asignan las tareas", reflexionó la funcionaria.

Por otro lado, el informe resalta que durante el tercer trimestre de 2019 se registró una diferencia de 29% entre el ingreso promedio de los varones en relación al de las mujeres. La diferencia es aún mayor cuando se trata de empleos no registrados, es un 35,6%, o cuenta propistas, alcanza un 29,4%. Cuando se observan los datos del empleo no registrado, la subocupación y la desocupación, las mujeres encabezan las peores posiciones.

Las tareas de cuidado se ven relacionadas directamente con las condiciones sociales y económicas de las mujeres: mientras que las más pobres dedican en promedio ocho horas diarias al trabajo de cuidado no remunerado, las mujeres de clase media o alta muchas veces delegan esas tareas (a otras mujeres) y dedican en promedio 8 horas diarias.

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"Las mujeres más empobrecidas de la sociedad se suelen trabajar en casas particulares, en hospitales como cocineras o son las que cocinas en el comedor comunitario. Es bastante directa la relación entre cuidados y pobreza. Creemos que profesionalizar esta tarea es fundamental, va a aportar a mejorar, no solamente la calidad de vida de esa mujer que llevan adelante esta tarea sino que además van a mejorar el sistema económico en la Argentina", aseguró Mechán.

Respecto a la población LGTBIQ+, la funcionaria remarcó que en materia de cuidado se debe considerar que por un lado existe una notable falta de éste, fundamentalmente a personas travestis y trans, y por el otro, sobre esta población también recaen con fuerza las tareas de cuidado. "En el caso de las personas travestis y trans hay que considerar que son echadas de su casa a temprana edad y tienen grandes dificultades para poder ser aceptadas socialmente simplemente por ser quienes son. También es notable la falta de posibilidades de ingresar a espacios laborales.Todo esto es una cuestión que también tenemos que revisar, tiene que ver con la falta de cuidado."

Potenciar la economía del cuidado

Además de plantear líneas de acción y hacer un relevamiento de las políticas ya existentes en los distintos ámbitos del Poder Ejecutivo, la Mesa Interministerial de Cuidados reconoce en su documento que la economía del cuidado es el sector más activo en un momento en que las economías mundiales se encuentran golpeadas por la pandemia.

"No es el objetivo ´eliminar´ los cuidados sino ponerlos en el centro de la agenda económica y social para que quienes necesiten cuidado lo tengan sin que ello dependa de su nivel de ingresos ni de su composición familiar y para que las personas que libremente -y sin importar su género- elijan dedicarse a cuidar, puedan ser retribuidas por ello y contar con protección social adecuada", dice el informe.

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Desde el MMGyD plantean la necesidad de la profesionalización del cuidado. "Creemos que eso hay que revalorizando de muchas maneras. No solamente de manera económica, con un salario, sino además elevar también los niveles de capacitación de todas las personas con la especialización en los cuidados. Creemos que los trabajos de cuidados son fundamentales para sacarnos adelante de esta situación económica en la que nos puso la pandemia a nivel global, regional y local ", aseguró la funcionaria.

En este sentido, resaltó que el estado "tiene mucho por hacer como promotor de transformaciones" y que trabajan con todas las normativas que regulan de manera directa o indirecta a las actividades vinculadas al cuidado.