A 15 años del doping en Roland Garros: Mariano Puerta hizo una sorprendente confesión

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El argentino, finalista del torneo en el 2005, reveló que mintió en su estrategia de defensa cuando fue juzgado.

Mariano Puerta fue uno de los tenistas más reconocidos en Argentina, hasta llegó a ocupar el puesto número 9 del ranking, pero todo cambió cuando fue suspendido por haber dado positivo en dos doping, en los años 2003 y 2005. Este último fue el más recordado porque se dio después de haber disputado la final del Roland Garros ante Rafael Nadal.

En una entrevista con el diario La Nación, Puerta admitió que "fue mentira" la explicación que dio luego de dar positivo de la sustancia etilefrina. "La explicación que usamos como estrategia fue mentira. No quiero que me vean más como tramposo", confesó Mariano.

En aquel entonces, el cordobés fue suspendido por ocho años y fue intimado a devolver 887.000 dólares que había ganado en concepto de premios. Luego, la sanción se redujo a dos años por la estrategia que armaron sus abogados entre los cuales estaba Eduardo Moliné O´connor.

Puerta admitió que esas pastillas ya las tomaba por recomendación de su ex preparador físico Darío Lecman, con pasado como pesista olímpico.

"Siempre tuve confianza ciega en mi equipo, Jamás podría haber pensado que haría algo que me hiciera mal, porque cualquier cosa que fuera mala para mí. sería mala para él. No voy a pensar que se podría dar un tiro en el pie", explicó el argentino.

"Fui todo el año a controles antidóping. Llego a Roland Garros con un ranking que no tenía desde hacía años. ¿Después de lo vivido voy a hacer algo adrede? ¡Imposible!", manifestó Puerta, quien previamente había relatado que las pastillas se las proveía un amigo de Lecman que trabaja en un laboratorio.

Lecman también fue contactado por el diario y negó la acusación que hizo el cordobés. "¿Que un amigo mío hizo las pastillas en un laboratorio? No, no, no. Yo no tengo nada que ver. Yo no le di nada", se defendió. Por otro lado, Mariano Puerta relató la "depresión" que atravesó durante los años de sanción y que quince años después decidió contar la verdadera historia ya que "no quería ser recordado" como un "tramposo.

"Me sentí muy criticado. Estuve años sin leer ninguna nota. Es como que siempre quise anular esto de mi vida, lo tuve escondido, tratando de no meterme ahí. Y ahora, cuando leí la historia del vaso otra vez, no me gustó nada. No era la manera que quería ser recordado", detalló el ex tenista.