Cecilia Pando, una  polémica mujer que surgió por una carta

Sociedad

Sus gritos, amenazas de muerte y el gesto de “degüello” que le hizo al secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, en el marco de un juicio a represores en la provincia de Corrientes, catapultaron una vez más a Cecilia Pando a la apertura de los noticieros y al centro de la polémica.

Claro que no es la primera vez que esta mujer, esposa de un ex militar, el ex mayor Rafael Mercado, y defensora de represores de la última dictadura, se hace su lugar en los medios mediante gritos y provocaciones.

Desde que se hizo conocida gracias a una carta que envió al diario La Nación (que en su momento le valió la expulsión del ejército a su marido militar), Pando construyó a toda prisa y a pura controversia, su polémico lugar en el mundo de la política.



A pocas horas del último estallido público, vale la pena recordar quién es y de dónde surgió esta mujer que es sinónimo de escándalo:

Pando comenzó su cruzada a favor de los militares cuando en 2005 envió al diario La Nación una carta de lectores en la que criticó al entonces presidente Néstor Kirchner por despedir al obispo militar Antonio Baseotto. El religioso consideró que el ministro de Salud, Ginés García, "merecería ser tirado al mar" por estar a favor de la despenalización del aborto. Así se ganó un lugar en los medios de comunicación.

Pero su declaraciones a favor de la última dictadura militar tuvieron su efecto colateral: su marido, Pedro Rafael Mercado fue primero arrestado por el jefe del Ejército, Roberto Bendini, aunque Kirchner levantó el castigo, y luego fue jubilado por adelantado.

Bendini dispuso su retiro obligatorio por “afectar la ética profesional y los valores esenciales de la institución con su conducta omisiva”, al interpretar que comulgaba con los dichos de la madre de sus siete hijos.

Aún así, Pando siguió haciendo declaraciones polémicas que podrían revolver el estómago de cualquiera.  Esta especie de Kung Fu Pando -tal como la bautizó la locutora Elizabeth Vernaci- se jactó de defender a “presos políticos” como el cura Christian Federico Von Wernich o el comisario Miguel Etchecolatz (ambos condenados a prisión perpetua) porque “combatieron el terrorismo” y ahora se ven “perseguidos” por “un pequeño grupo de nostálgicos revolucionarios solapados detrás de organizaciones de derechos humanos”.

Pando montó hace ya casi dos años la llamada Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de Argentina (AFyAPPA). “Afirmamos que (los represores) se encuentran injustamente detenidos. Porque durante su proceso se han violado y se siguen violando principios y garantías claramente establecidas en la Constitución Nacional”, señala la organización que, curiosamente, realza el papel de la Ley madre que las “víctimas de la subversión”, a juzgar por las condenas firmes de los magistrados, no supieron respetar, publicó el diario Perfil.

A fuerza de declaraciones polémicas en reivindicación de los represores de los años 70, Pando fue ganando más lugar en los medios. Primero interrumpió a Kirchner en Casa Rosada para recriminarle el pase a retiro de Mercado y, meses más tarde, tuvo que ser sacada por la fuerza del Colegio Militar por generar disturbios durante el discurso del mandatario.

Desde la jefatura de su grupo “Memoria Completa”, supo organizar actos cuyo lema es: “El Fascismo es libertad”.

Este año, la señora Pando quiso actualizar sus reclamos. Así, se la vio tanto en las marchas a favor del ex comisario Luís Abelardo Patti, como en las concentraciones de los ruralistas.


 


Y ayer acaparó la atención nuevamente, pero no de la mejor manera, por cierto.

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