Los cumpleaños de chiquitos son los peores lugares para que los niños se alimenten

Sociedad

Por alguna especie de mandato implícito y desconocido, todo cumpleaños infantil debe desbordar de “comida chatarra”: chizitos, papafritas, palitos, sándwiches, alfajores, panchos y para finalizar, una torta desbordante de crema, dulce de leche y demás alimentos azucarados. Todo junto y bañado en gaseosa; una bomba calórica.

“La comida de un cumpleaños infantil excede las calorías normales de un almuerzo más una cena juntos; los niños comen esto a la tarde y muchos (especialmente los que tienen sobrepeso u obesidad) después cenan igual”, advierte al diario Clarín la nutricionista Ana Jufre, asesora del hospital de clínicas.

Por su parte, Marcela Leal, directora de la Licenciatura de Nutrición de la Universidad Maimónides, reconoce que es “imposible pedirle a un niño que no coma todo eso” y opina que lo importante es “inculcar en los chicos buenos hábitos alimentarios”.

“Los alimentos chatarra se deben consumir en ciertas ocasiones. Y al elegir el menú del cumpleaños que no todo sea en base a snacks. Igual, no es recomendable prohibir, porque lo prohibido se convierte en lo más deseado”, agregó Leal.

En un sentido similar opina Marisol Díaz, miembro de la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas: “Si bien el aporte calórico es alto (además de grasas saturadas, trans y sodio), son consumos ocasionales y no se hacen restricciones en estas ocasiones a menos que el niño padezca alguna patología, como ser celíaco”. En tanto que si el chico “tiene sobrepeso hay que reorientarlo pero no prohibirle, ya que las prohibiciones son contraproducentes en los niños”.

Pero, eso tampoco significa que los nutricionistas le den el visto bueno, sino que piden a los padres cambiar hábitos. “Debemos celebrar sin comida chatarra. Si se busca recompensar al niño por su cumpleaños o por buenas notas en la escuela, no hay que llevarlo a un restaurante de comida rápida. Las personas que recompensan a sus hijos con comida poco nutritiva lo están acostumbrando a ese tipo de alimento y cada vez será más difícil que acepte comida casera, frutas, verduras o ensaladas”, agregó Leal.

“El consumo habitual (de estos alimentos) puede ocasionar problemas de salud relacionados con sobrepeso, hipercolesterolemia, hipertensión, diabetes y hasta fomentar al desarrollo de patologías cardiovasculares en la adultez. Deberíamos educar a niños y adultos a consumir alimentos más saludables. La creación de buenos hábitos alimentarios debe partir de casa desde pequeños", concluyó Díaz.

Dejá tu comentario