Por ahora, Boca no rescindirá contratos y espera ofertas por varios jugadores marginados
La dirigencia xeneize busca evitar indemnizaciones y aguarda propuestas por futbolistas que no serán tenidos en cuenta por Miguel Ángel Russo.
Tras una dura eliminación en fase de grupos del Mundial de Clubes 2025, Boca atraviesa un mercado de pases marcado por la necesidad de incorporar refuerzos y, a la vez, liberar cupos dentro del plantel. Sin embargo, varios jugadores que ya no están en los planes de Miguel Ángel Russo continúan entrenando en el club
Desde la dirigencia decidieron no rescindir contratos de manera unilateral. Futbolistas como Marcos Rojo, Cristian Lema, Sergio “Chiquito” Romero, Frank Fabra, Esteban Rolón y Javier García, todos con vínculos que se extienden hasta diciembre de este año, forman parte de esta lista de prescindibles.
Desde el Consejo de Fútbol (CdF) que encabeza el presidente Juan Román Riquelme entienden que rescindirlos implicaría pagar el total de lo que resta de sus contratos, una cifra considerable en algunos casos, y por eso la prioridad es encontrarles una salida mediante transferencias o cesiones.
Boca no renueva contratos pero tampoco los rescinde: quiénes están en la cuerda floja
En los últimos días surgieron algunos sondeos: se habló del interés de Inter Miami por Marcos Rojo, mientras que Peñarol habría preguntado por Romero. En el caso de Lema, desde Belgrano se contactaron para tantear una posible vuelta. Sin embargo, ninguna de estas conversaciones se tradujo aún en ofertas formales que permitan avanzar en una desvinculación.
La situación de Fabra es una de las más complejas: el lateral izquierdo, que percibe uno de los contratos más altos del plantel, volvió recientemente a Colombia y le habría comunicado al club que un equipo de su país presentará una propuesta. No obstante, desde el entorno del jugador aseguran que hasta ahora no hay ofertas concretas y que, si no aparecen, permanecerá en el club hasta fin de año, aunque sin minutos en cancha.
También está el caso de Ignacio Miramón, quien llegó a préstamo con una opción de compra obligatoria de tres millones de euros en caso de firmar planilla en el 70% de los partidos. Esa condición está lejos de cumplirse, por lo que su futuro también es una incógnita.
Con varios contratos pesados por delante, el club de la Ribera busca resolver una encrucijada administrativa y deportiva sin poner en riesgo su economía. Mientras tanto, Russo aguarda refuerzos y trabaja con un grupo que aún no termina de definirse.
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