Rompebúnkeres: cómo son las bombas de 500 millones de dólares que Estados Unidos lanzó sobre Irán
Estados Unidos y la única bomba capaz de destruir la instalación nuclear más protegida de Irán. Los detalles de la misión.
Bomba anti búnker.
En medio de crecientes tensiones internacionales y con la mirada puesta sobre el programa nuclear iraní, un dato técnico y estratégico salió a la luz y pone en evidencia la delicada correlación de fuerzas en Medio Oriente: la única bomba capaz de destruir la planta de enriquecimiento de Fordow —la instalación subterránea más protegida de Irán— está en manos exclusivas de Estados Unidos, según revela un informe publicado por New York Post.
Se trata de la GBU-57A/B Massive Ordnance Penetrator, una bomba "rompebúnkeres" de más de 15 toneladas desarrollada por Boeing para la Fuerza Aérea estadounidense. El artefacto, considerado la mayor bomba no nuclear del arsenal norteamericano, fue diseñado específicamente para perforar estructuras reforzadas y profundamente enterradas, como la planta de Fordow, que se encuentra ubicada a unos 300 pies bajo una montaña, en las cercanías de la ciudad de Qom, a dos horas al sur de Teherán.
Estados Unidos en guerra con Irán
Una imagen satelital tomada el pasado 12 de febrero de 2025 muestra con claridad la infraestructura de la planta, que continúa siendo uno de los puntos más sensibles del plan nuclear iraní. El documento visual fue capturado por Maxar Technologies y distribuido por AFP.
Pero no basta con tener la bomba. Por su tamaño y peso, solo puede ser transportada y lanzada por un bombardero furtivo B-2 Spirit, otra pieza de tecnología militar que Israel, pese a sus propias capacidades avanzadas, no posee. "Estados Unidos controla el bombardero y la bomba", explicó John Spencer, presidente de estudios de guerra urbana en el Instituto de Guerra Moderna de West Point, en declaraciones recientes a The New York Post.
El desarrollo de la GBU-57A/B costó más de 500 millones de dólares y fue realizado con la idea específica de destruir blancos como Fordow. Según un informe del Wall Street Journal de 2013, en ese momento ya se habían producido unas 20 unidades para el Ejército estadounidense.
“El penetrador de municiones masivas GBU-57A/B está diseñado para ingresar una cierta distancia en el terreno antes de detonar”, detalló Spencer. Y agregó: “Por eso se lo conoce como Penetrador. No explota al contacto, sino luego de alcanzar el corazón del objetivo”.
Este detalle técnico es clave. La explosión retardada permite que la onda expansiva actúe directamente sobre los sistemas sensibles del complejo subterráneo, como las centrifugadoras nucleares, aumentando exponencialmente el daño y dificultando cualquier posible reparación.
Mientras tanto, el destino de Fordow —y con él, parte del futuro del equilibrio geopolítico global— parece, por ahora, estar resguardado en los hangares de una base aérea estadounidense.
Temas
Te puede interesar
Las Más Leídas
Dejá tu comentario