Hace 30 años, Cariló era un refugio exclusivo para quienes buscaban naturaleza y tranquilidad. En los años 90, este bosque a orillas del Atlántico aún conservaba su esencia de destino casi secreto, con caminos de arena y una infraestructura mínima que lo hacía el lugar ideal para unas vacaciones alejadas del bullicio. El viral de época