La importancia de la Industria automotriz

Escribe Jerónimo Rodríguez Usé (*)

En el mes de mayo, la producción de vehículos alcanzó un récord con 79.590 unidades, un incremento del 32.2% respecto al mismo mes del año anterior. La importancia de esta cifra, que se explica fundamentalmente por el gran dinamismo de la demanda interna y el aumento de las exportaciones a Brasil, nos permite indagar sobre el rol del sector automotriz en el entramado industrial argentino y su comportamiento en la última década.

En materia económica, la relevancia de la industria automotriz se explica por su "efecto multiplicador" sobre el resto de las industrias, debido a su gran potencial como generador de empleo, transferencia de tecnología y atracción de inversiones. Se estima que por cada puesto de trabajo en el sector, se generan otros cinco en el resto de la economía.  De esta manera, de su buen desempeño  no solo se benefician las ramas fabriles que están asociadas directamente con el sector -la metalmecánica, el sector plástico y de neumáticos, entre otras-, sino la economía en su conjunto.

En 2012, la industria automotriz, según la Secretaría De Industria, disponía de  160.400 empleados. En lo que respecta a la atracción de inversiones, el complejo recibió entre 2008 y 2013, en términos de Inversión Real directa (IED), $16.900 millones, posicionándose en el segundo lugar dentro de esta categoría de inversiones.

El reconocimiento del Estado Nacional al rol de la industria automotriz como motor del desarrollo económico  y del empleo se tradujo en la implementación, a partir de 2003, de políticas públicas que buscaron fortalecer los eslabonamientos al interior de la cadena de producción, mejorar el acceso de los mercados internacionales y contribuir a la complementación con otros países, fundamentalmente con Brasil.

Asimismo, gracias al modelo económico de crecimiento con inclusión social consolidado en la última década, el Estado pudo recomponer el entramado productivo y recuperar el poder adquisitivo del salario, lo que permitió la recuperación del sector. Si en el 2004 se necesitaban 14,5 salarios industriales para comprar un vehículo,  en la actualidad son necesarios 7,5 salarios.

Los incrementos sostenidos del salario durante la última década permitieron que las clases populares pudieran tener acceso a la compra del auto propio, dinamizando el mercado interno y generando las  bases sólidas para el crecimiento del sector.

De esta manera, es a partir de un Estado presente que impulsa los sectores claves de la economía que, en los últimos diez años, la producción de la industria automotriz creció un 352%, pasando de las 169.176 unidades del 2003 a las 764.495 unidades del 2013, según la asociación de fábricas de automotores (ADEFA).

Las exportaciones, por su parte, se incrementaron un 283% en el mismo periodo, fundamentalmente debido a las ventas hacia Brasil, destino al que llegan más del 75% del total de las exportaciones de vehículos.

Las exportaciones del sector, si bien solo representan alrededor del 13% del comercio exterior, tienen notable relevancia si las analizamos dentro del total de exportaciones industriales argentinas.  Actualmente representan el 37.8% de las manufacturas de origen industrial (MOI).

Es por lo tanto a partir del estudio de la trayectoria histórica del complejo automotriz que se puede entender la importancia de la producción record del sector en mayo de 2013. Esta situación no se hubiera podido dar durante la década del noventa, bajo el predominio del neoliberalismo, cuando la producción de vehículos era apenas superior a las 300 mil unidades; es decir algo más de un tercio de lo producido en 2011 (828.211 unidades).  

El escaso dinamismo del mercado interno durante la convertibilidad, el creciente desempleo y la destrucción del entramado productivo, fruto de un modelo rentístico de valorización financiera, de ninguna manera podían generar las bases para el crecimiento del sector y, mediante su "efecto multiplicador", de la economía en su conjunto.  

El record de las 79.590 unidades fabricadas durante el pasado mes, el crecimiento interanual del orden del 73% de las exportaciones del sector, el patentamiento en mayo de 89.644 autos cero kilómetros (+17% interanual), son el resultado de la acción de un gobierno que se preocupa por el desarrollo de los sectores productivos.

Por lo tanto, frente al panorama sombrío de los economistas-lobbistas del sector financiero, son éstas las cifras que demuestran la vitalidad y el dinamismo de una economía que crece de forma inclusiva, recuperando la producción industrial y el empleo.  

(*) Economista del Grupo de Estudio de Economía Nacional y Popular (GEENaP)

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