Con una soja resistente a la sequía, Argentina ingresa al mercado de los transgénicos
La presidenta Cristina Kirchner anunció este lunes la autorización comercial de dos eventos biotecnológicos nacionales que permitirá la producción de soja resistente a la sequía y de papas resistentes al virus PVY, lo que coloca a la Argentina entre los seis países que alcanzaron este tipo de desarrollo científico.
"Estos no son eventos solo tecnológicos sino también económicos y sociales que van a producir más alimentos para la humanidad", afirmó la presidenta al destacar la importancia de dos productos que serán fundamentales para la economía de los productores en diversos sectores del territorio nacional y permitirá un fuerte desembarco en mercados internacionales.
Si bien los cultivos genéticamente modificados se utilizan en todos los países que son productores importantes de alimentos y abastecedores del mundo, en su gran mayoría son casos de importación de tecnología extranjera. Esta era la situación hasta hoy en Argentina, donde más del 90 por ciento de la soja, el maíz y el algodón que se produce deriva de cinco empresas biotecnológicas trasnacionales.
Soja resistente sequía
Es la primera vez a nivel mundial que se aprueba un producto de tolerancia a sequía en soja y fue creado a través de un emprendimiento nacional con interacción público-privado y que permite mantener los rendimientos en condiciones de carencia temporal de agua.
Fue desarrollada por el grupo de trabajo que conduce la doctora Raquel Chan, de la Universidad Nacional del Litoral e investigadora del CONICET. Luego esta tecnología fue incorporada en soja por la empresa nacional INDEAR, del grupo BIOCERES.
Papa resistente a virus PVY
Las papas sufren varias enfermedades virales endémicas que provocan pérdidas considerables para economías regionales del sur, centro y norte del país. El virus PVY (Potato Virus Y) es el principal de estas enfermedades y puede causar pérdidas económicas de hasta el 80% del cultivo y la infección usualmente obliga al productor a volver a comprar semilla de papa año tras año.
Este cultivo es resistente a un virus que es endémico para todas las zonas de producción papera de Argentina, y es un claro ejemplo de solución a un problema específico de una cadena productiva nacional.
Además, si bien no eliminará la necesidad de volver a comprar semilla libre de estas y otras enfermedades en forma periódica, permitirá espaciarlo con 2-3 temporadas de resiembra, de "uso propio" por parte del productor, lo cual le dará más libertad para manejar su cultivo y reducirá sus costos.
Es una tecnología desarrollada por investigadores del Instituto de Ingeniería Genética y Biotecnología –INGEBI– del CONICET, los doctores Fernando Bravo Almonacid y Alejandro Mentaberry. Cabe destacar que este mismo grupo y otro del INTA liderado por el doctor Esteban Hopp han desarrollado más variedades de papa con diferentes mejoras biotecnológicas que también podrían estar disponibles para el productor en poco tiempo más. La empresa nacional que promueve la comercialización del producto es TECNOPLANT, una subsidiaria del grupo SIDUS.
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